Pese a la cuarentena impuesta por la administración en disputa de Venezuela para prevenir los contagios del coronavirus, la violencia criminal no se ha detenido en el país, impactando severamente, según especialistas, el desarrollo de niños y adolescentes.
Para la psicóloga Siboney Pérez, la situación, agudizada por la pandemia, está arrojando consecuencias graves, especialmente para los niños.
“Estamos, en estos momentos, en una coyuntura, en una situación que es caldo de cultivo para propiciar y estimular modelos y patrones desadaptativos de imitación, como pueden ser la delincuencia y conductas antisociales tanto en niños como en adolescentes”, indicó Pérez.
La integrante de la onegé "Psicólogos sin fronteras” destaca que los patrones se están viendo reforzados por la impunidad, por la falta de castigo o, peor aún, con la exaltación de delincuentes o personas que se han hecho populares.
“Los que han alcanzado cierto grado de notoriedad o de estatus en su propia subcultura y eso los hace entonces atractivos los niños y jóvenes que pueden estarse formando o que son ahora muy vulnerables ante estos modelos de comportamiento”, indicó la psicóloga.
Por otra parte, Abel Saraiba, psicoanalista y defensor de derechos humanos, recalcó que la violencia actual en contra de niños y adolescentes, por parte de grupos delincuenciales, ha crecido exponencialmente no solo por el flagelo de la inseguridad, sino por el impacto cultural de pensar que el delito es la única salida que tienen para superar la pobreza.
“Hoy tenemos una grave preocupación porque no hay programas suficientes destinados a proteger a niños y adolescentes y evitar que frente a situaciones de vulnerabilidad (…) los niños y adolescentes se vean seducidos a formar parte del delito como una estrategia de supervivencia”.
Desde la administración en disputa, Nicolás Maduro, ha ratificado su lucha en contra de la violencia a la que son sometidos los jóvenes, al tiempo que anuncio la puesta en marcha de talleres de sensibilización y orientación, con la finalidad de disminuir los índices delictivos.