El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el candidato único de la oposición, Henrique Capriles, están virtualmente empatados en las intenciones de voto, según indicó en Caracas una encuesta de la firma Varianzas.
De acuerdo con el sondeo, Chávez aventaja a Capriles por una diferencia de 50,3 a 46 por ciento, un resultado que contrasta con el de otra encuesta difundida la semana pasada por Predicmática, que situaba con ventaja al candidato opositor de 47,7 a 43,9 por ciento.
Las dos mediciones sobre la preferencia de los votantes indican que tanto el presidente como su rival están en una zona comprendida dentro un empate técnico, lo que a juicio de analistas entre otras cosas demuestra que la ventaja una vez atribuida a Chávez ya no es tal.
Por otro lado, la encuesta de Varianzas muestra un alto grado de polarización en el electorado y de opiniones muy divididas respecto a la posibilidad de que Chávez consiga reelegirse para un nuevo mandato de seis años.
Mientras el 48,4 por ciento de los entrevistados señaló que Capriles les agrada, y el 41,8 dijo que no, Chavez obtuvo un nivel de aceptación de 52,1 por ciento y 40,3 por ciento de desagrado.
Resulta significativo que el respaldo logrado por Capriles es el más alto históricamente de los candidatos de la oposición.
En el 2000 el rival de Chávez, Francisco Arias Cárdenas, tenía 38 por ciento de agrado y 53 por ciento de desagrado, en tanto que en 2006, el opositor Manuel Rosales gozaba de un grado de aceptación de 39 por ciento y un desagrado de 51 por ciento.
El sondeo también indica que la cantidad de votantes indecisos es ahora bastante reducida y rondaría en alrededor del 4 por ciento.
Analistas señalan que con sus impetuosas y permanentes giras a lo largo y ancho del país, y su estilo de contacto personal, casa por casa, con los votantes, Capriles habría conseguido arrebatar a Chávez parte del apoyo que este tenía mayormente en zonas rurales.
De acuerdo con el sondeo, Chávez aventaja a Capriles por una diferencia de 50,3 a 46 por ciento, un resultado que contrasta con el de otra encuesta difundida la semana pasada por Predicmática, que situaba con ventaja al candidato opositor de 47,7 a 43,9 por ciento.
Las dos mediciones sobre la preferencia de los votantes indican que tanto el presidente como su rival están en una zona comprendida dentro un empate técnico, lo que a juicio de analistas entre otras cosas demuestra que la ventaja una vez atribuida a Chávez ya no es tal.
Por otro lado, la encuesta de Varianzas muestra un alto grado de polarización en el electorado y de opiniones muy divididas respecto a la posibilidad de que Chávez consiga reelegirse para un nuevo mandato de seis años.
Mientras el 48,4 por ciento de los entrevistados señaló que Capriles les agrada, y el 41,8 dijo que no, Chavez obtuvo un nivel de aceptación de 52,1 por ciento y 40,3 por ciento de desagrado.
Resulta significativo que el respaldo logrado por Capriles es el más alto históricamente de los candidatos de la oposición.
En el 2000 el rival de Chávez, Francisco Arias Cárdenas, tenía 38 por ciento de agrado y 53 por ciento de desagrado, en tanto que en 2006, el opositor Manuel Rosales gozaba de un grado de aceptación de 39 por ciento y un desagrado de 51 por ciento.
El sondeo también indica que la cantidad de votantes indecisos es ahora bastante reducida y rondaría en alrededor del 4 por ciento.
Analistas señalan que con sus impetuosas y permanentes giras a lo largo y ancho del país, y su estilo de contacto personal, casa por casa, con los votantes, Capriles habría conseguido arrebatar a Chávez parte del apoyo que este tenía mayormente en zonas rurales.