La administración del presidente Joe Biden "no tiene prisa" por levantar las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, pero consideraría aliviarlas si el presidente Nicolás Maduro toma medidas que fomenten la confianza y demuestren que está listo para negociar seriamente con la oposición, dijo a Reuters un funcionario de la Casa Blanca.
Al señalar que es poco probable que el nuevo presidente de Estados Unidos afloje los tornillos a Venezuela en el corto plazo, el funcionario enfatizó que las sanciones existentes tienen suficientes disposiciones especiales para permitir envíos de ayuda humanitaria que ayuden a los venezolanos a hacer frente a las dificultades económicas y la pandemia de COVID-19.
Pero el funcionario, que habló bajo condición de anonimato, dijo que el gobierno de Maduro ha estado "impidiendo activamente la entrega de asistencia humanitaria".
Esto sugiere que, por ahora, Biden está preparado para cumplir con las sanciones específicas, incluidas las sanciones al sector petrolero, impuestas por el expresidente Donald Trump a la nación de la OPEP, a pesar de que no logró forzar a Maduro a abandonar el poder.
Pero Biden, por el contrario, tiene la intención de alejarse del enfoque mayoritariamente unilateral de la campaña de "máxima presión" de Trump y enlistar a más países para ayudar a buscar una solución diplomática, dijo el funcionario en una entrevista.
La administración de Biden ha dejado en claro que continuará reconociendo al opositor Juan Guaidó como líder legítimo de Venezuela.
Docenas de países han respaldado el reclamo de Guaidó luego de la reelección de Maduro en 2018 en una votación que los gobiernos occidentales calificaron de farsa, aunque recientemente han aparecido grietas en el apoyo internacional al opositor.
"No tenemos prisa por levantar las sanciones", dijo el funcionario. "Si el régimen toma medidas de fomento de la confianza que demuestren que están listos y dispuestos a entablar conversaciones reales con la oposición (...) si están listos para tomar medidas serias, entonces consideraremos el alivio de las sanciones".
El funcionario no especificó qué pasos necesitaría dar Maduro, pero dijo que no se le podría permitir usar las negociaciones como una "táctica dilatoria" para consolidar el poder y dividir a la oposición, como se le ha acusado de hacer en el pasado.
Maduro, quien dice que Guaidó es un títere estadounidense, no ha mostrado signos de ceder. Con el apoyo de los militares, así como de Rusia, China, Cuba e Irán, Maduro ha rechazado o ignorado las demandas anteriores de tales concesiones.
La administración Biden también parece tener poca urgencia de gestos hacia Cuba a pesar de las esperanzas de un enfoque más suave después de que Trump, revirtió la histórica distensión de la era del ahora expresidente Barack Obama con La Habana.
Algunos asesores de Biden habrían sugerido anteriormente que podría comenzar por aflojar el flujo de remesas de los cubanoamericanos y aliviar las restricciones a los viajes familiares a la isla.
Pero aunque reconoció que tales cambios podrían tener un impacto positivo, el funcionario dijo que un cambio de política hacia Cuba no se encontraba actualmente entre las principales prioridades de Biden, que incluyen la pandemia del coronavirus, la recuperación económica y la reconstrucción de alianzas en el exterior.
"Francamente, lo primero es lo primero", dijo el funcionario.
Tampoco ha habido señales de planes inmediatos para rescindir la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, aunque funcionarios de Biden han dicho que la decisión de último minuto de Trump de devolver a La Habana a la lista negra de Estados Unidos está bajo revisión.