Los Emiratos Árabes Unidos, socio de Washington en el Golfo Pérsico, emerge como centro de operaciones para empresas que ayudan a Venezuela a evadir las sanciones estadounidenses. Hasta tres compañías radicadas en los emiratos serían las intermediarias en la compra del crudo, aportando hasta 208 millones y medio de dólares a las arcas venezolanas en 2020. El Departamento de Estado aseguró a la Voz de América estar monitoreando la situación.