El gobierno del presidente Nicolás Maduro inició jornadas “masivas” de vacunación contra el COVID-19 en centros dispuestos en varios puntos de Venezuela este fin de semana, en medio de una opacidad que diversos sectores han denunciado desde que comenzaron a llegar las vacunas al país.
El ministro de salud, Carlos Alvarado, anunció la semana pasada que los ciudadanos serían convocados aleatoriamente a través del sistema patria, un mecanismo cuestionado por la oposición y diversas organizaciones que lo consideran una forma de “control social”.
Añadió que quienes no deseen inscribirse podrán registrarse a través de la página web del Ministerio de Salud.
El domingo por la tarde, Alvarado pidió a los ciudadanos “paciencia” y no acudir a los centros de inmunización si no han sido llamados.
“No se hagan eco de algunos rumores y algunos twitter que están saliendo para que acudan masivamente a los centros de vacunación porque lo que buscan es generar caos en los centros de vacunación”, dijo.
“Hemos recibido gente, muchísimas más de la que esperábamos inicialmente porque muchas de ellas han sido llamadas a través del sistema patria como fue diseñado el sistema, pero también teníamos algunas personas esperando, tanto trabajadores de la salud como adultos mayores que se acercaron hasta acá, ya estaban en las listas”, aseguró Alvarado en un contacto a través del canal del Estado.
En espera de vacuna
La Voz de América pudo constatar, que a pesar de no haber sido convocados a través del sistema patria, cientos de personas de distintas edades y sin el debido distanciamiento social, se agruparon espontáneamente en las inmediaciones de un hotel ubicado en la capital venezolana para recibir la vacuna.
Muchos de los consultados calificaron el proceso como “desorganizado” y manifestaron estar “agotados” por las horas de espera. Explicaron, que a pesar de que “funcionarios” les aseguraron que los vacunarían, no especificaron el número de vacunas disponibles ni el tiempo que tendrían que estar en fila.
“Agradezco a Dios por esta jornada, yo no me voy de aquí sin vacuna, nos dijeron que a todos nos van a vacunar”, aseguró María Auxiliadora, una mujer de 83 años que, a pesar de no haber sido convocada, decidió hacer varias horas de fila para inmunizarse.
Otra mujer visiblemente molesta que prefirió no identificarse dijo que a pesar de tener varias horas en fila no tenía certeza de si recibiría la vacuna y calificó la situación como “una humillación”.
No fue convocado, pero poco después de las 2 de la tarde, Ernesto Villegas llegó al centro de vacunación donde desde por lo menos las 8 de la mañana esperaban decenas de personas.
“Nos dijeron que viniéramos mañana porque hay demasiada gente, lo que no entendemos es por qué están vacunando a todo el mundo, aunque no los han llamado. Conozco a mucha gente que han venido que no llamaron y los vacunaron”, dijo.
Amarilis Pinto se acercó a la VOA para manifestar su malestar, pues luego de estar en fila desde aproximadamente las 9 de la mañana, le informaron que las vacunas disponibles para la jornada se habían acabado y que debía volver el lunes.
“Que no hay vacunas, por qué no lo dijeron temprano, uno no hace esta cola, llevando sol, dolor de cabeza, gente mayor, gente enferma, ¿a esta hora es que nos van a decir que no hay vacunas?, claro que hay. Mira, ahí está entrando un camión, son unos irresponsables, no saben ni siquiera manejar una logística”, declaró pasadas las 3 de la tarde.
Una pareja de adultos mayores convocados a través de un mensaje de texto que recibieron un día antes, dijo haber recibido la vacuna Sputnik V.
“Un poquito desorganizado al final, pero en general todo bien, adentro la vacunación chévere, todo bien organizado”, comentaron.
Consultado por VOA, Huniades Urbina, pediatra intensivista y secretario de la Academia Nacional de Medicina, dijo saludar el inicio de campañas de vacunación porque es la “forma de poder vacunar a la mayor cantidad de personas posible”, pero cuestionó la forma en la que se están desarrollando.
“Que estén vacunando primero de forma aleatoria, es como comprarse un ticket de lotería, segundo sin una estratificación de la población de riesgo que amerita la vacunación, están vacunando a jóvenes, adultos mayores, ancianos en muy escasa cantidad porque apenas hay vacunas para un 5% de la población y lo otro es discriminatorio porque a usted no le pueden exigir que esté escrito en una página patria”, expresó.
El gobierno venezolano insiste en que ha enfrentado dificultades para adquirir vacunas como consecuencia de las sanciones impuestas por la comunidad internacional.
Ya el lunes, la Voz de América pudo comprobar que persistía la cola de gente que esperaba ser inmunizada en ese mismo punto de la capital venezolana.
Gilbert Silvestri, doctor que estaba haciendo la cola junto a otros colegas, llegó las 6:30 a.m. y no había sido atendido, aseguró a la VOA que no sabía “qué iba a pasar” con ellos.
“¿Qué pasa? ¿Son ineptos o qué es lo que sucede? Porque, perdón, pero cuatro o cinco horas es bastante tiempo de esperar para ser vacunado”, indicó el médico.
Otro ciudadano consultado, que se identificó como José, comentó que él sí fue convocado a través de un mensaje del sistema Patria, pero no había sido atendido. Calificó la situación como un “desorden total”.
*Con información de Álvaro Algarra.
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