El presidente en disputa Nicolás Maduro informó el miércoles que continúan las detenciones por lo que ha calificado como una “incursión militar” que buscaba derrocarlo y que los dos estadounidenses detenidos serán juzgados por la justicia civil de Venezuela.
En rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, Maduro insistió en la participación de los gobiernos colombiano y estadounidense, así como de la oposición venezolana, en las supuestas incursiones militares de los últimos días. Anunció, además, que en las últimas horas capturaron a cuatro nuevas personas presuntamente implicadas en las operación.
Ya serían un total de 17 personas detenidas. Las primeras detenciones ocurrieron el pasado domingo, en las costas de La Guaira, a 40 kilómetros de Caracas, en una operación en la que además fallecieron ocho sospechosos. Ya el lunes, las autoridades venezolanos detuvieron a otras ocho personas en una lancha en las costa de Aragua, centro-norte del país.
En esta segunda operación habrían sido detenidos dos ciudadanos estadounidenses, que han sido identificados como ex-militares por Caracas: Airan Berry y Luke Alexander Denman. Ambos, dijo Maduro, están a la orden de la Fiscalía venezolana y su proceso será en tribunales civiles "con plenas garantías y será justo”.
Al ser cuestionado sobre este hecho, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el martes que se acababa de enterar y aseguró: “no tiene nada que ver con nuestro gobierno”.
Respecto a las afirmaciones de Maduro este miércoles, el Departamento de Estado de EE.UU. dijo a la Voz de América que "hay una importante campaña de desinformación en marcha por parte del régimen (...) lo que dificulta separar los hechos de la propaganda".
"Somos conscientes de los informes sobre el arresto de dos ciudadanos estadounidenses en Venezuela", dijo una vocera a la VOA y declinó dar más comentarios debido a "consideraciones de privacidad".
Maduro puso hoy en duda las declaraciones de Trump, alegando que el mandatario estadounidense recibe reportes de Venezuela cada día. En la conferencia de prensa colocaron dos veces un vídeo del interrogatorio a uno de los ciudadanos estadounidense en el que asegura que la compañía encargada de la operación había recibido órdenes directas del gobierno estadounidense y que el plan era llevar a Maduro al aeropuerto.
Maduro también aseguró que va a pedir EE.UU. la extradición de Jordan Goudreau, el jefe de la firma de seguridad de Florida Silvercop, quien presuntamente contrató a Berry y Denman para llevar a cabo la incursión. Este mismo miércoles, el secretario de Estado, Mike Pompeo también negó la participación del país en estos eventos e indicó: “si hubiéramos estado involucrados, habría sido diferente”.
Una investigación publicada el miércoles por el diario el Washington Post cuenta que un equipo de asesores del gobierno interino en EE.UU., liderado por J.J Rendón, buscando alteternativas para sacar a Maduro del poder, se reunió con Gourdeau en Miami, donde el veterano les propuso su plan. Meses después, firmaron un acuerdo e incluso le hicieron un pago de 50 mil dólares.
Guaidó ha negado conocer a Gourdeau y estar vinculado al fallido intento de invasión marítima.
Al ser cuestionado sobre cuál podría ser el futuro del presidente interino Juan Guaidó ante su presunta implicación en los hechos, Maduro aseguró: “Eso no depende de mi respuesta. Eso depende de los órganos de justicia de Venezuela, y serán la Fiscalía y los tribunales [los que determinen] si debe ser capturado o no. Esperemos”.
A pesar de que el gobierno en disputa insiste en la implicación de Bogotá en la operación, Maduro aclaró que no hay colombianos detenidos por la “incursión”.