La población migrante y refugiada venezolana ya supera los cinco millones en toda la región de las Américas, según las últimas cifras dadas por la Organización de Estados Americanos y refrendada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Un número que más que en estadística, se traduce en historias de individuos y familias que insisten en lograr mejoras en su calidad de vida, fuera de su hogar natural.