El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto, Moreno no fue optimista respecto al caso de Venezuela, que además de la severa crisis encara una caída en los precios del petróleo, su principal fuente de ingresos.
Si se sumaran “todos los organismos multilaterales, en apoyo a Venezuela, todavía son muchos más los recursos que se van a requerir para apoyar a ese país”. Afrimó además que el dinero adicional tendría que venir de la comunidad internacional.
Moreno explicó que una de las grandes preocupaciones sobre el futuro de Venezuela, es que puede afectar la reactivación de las economías de la región, que ya por sí mismas están asumiendo una carga en servicios sociales para atender el fenómeno migratorio venezolano.
La ayuda, que por el momento les ofrece el BID a los países receptores de migrantes, es un crédito de 1.000 millones de dólares para la construcción de bienes públicos como aulas en las escuelas, vivienda, inversión en proyectos de capacitación; entre otros servicios sociales.
“Al final de este año estaremos ya aprobando de esos 1.000 millones, cerca de 750 precisamente para este propósito”, informó Moreno, tras estimar que los problemas ocasionados por la migración van a empeorar, no sólo por la situación de Venezuela sino en Centroamérica.
Sobre el regreso de algunos migrantes venezolanos a su país, el presidente del BID compara ese movimiento con el que se presentó en los años 30: “Incluso salieron muchos mexicanos de Estados Unidos, regresando a México como resultado de la crisis del año 30”, acotó.