El 2020 fue un año inesperado y atípico. Además de provocar crisis sanitarias y económicas en varios países, la pandemia de coronavirus alteró la vida de manera radical. Pero, ¿Cómo fue el 2020 para algunos integrantes de la diáspora venezolana en España? ¿Y qué le esperan en el 2021?
María Victoria y María Sofía Fernández, originarias de Caracas, llevan tres años en Barcelona. Para ellas, lo más complicado del año pasado fue no poder ver a sus seres queridos a causa de las restricciones de movilidad. “A nuestros abuelos sobre todo, que les tenemos tanto cariño, y no poderles ver era difícil” explicó María Sofía en entrevista con la Voz de América.
Su hermana, María Victoria comentó que su mayor anhelo para 2021 tiene que ver con su país natal: “Para este 2021 a mi hermana y a mí nos gustaría que saliera la vacuna del COVID-19, obviamente, que se arreglara toda la situación y que se mejorara Venezuela”.
También en Barcelona, Katherine González, quien lleva dos años en España explicó que, durante el año anterior, en plena pandemia, pudo abrir un centro de estética: “A pesar de todo lo malo que ha pasado nunca he dejado de creer en mis sueños, he luchado día tras día y este ha sido fruto de todo el sacrificio que he hecho”.
Aunque esta caraqueña considera que ya cumplió su sueño, comentó que una de sus metas para 2021 es seguir creciendo como emprendedora: “Deseo formar un buen equipo de trabajo, expandirme como empresaria. Voy a seguir luchando día tras día, trabajando y sacrificándome, sé que lo lograré” explicó.
Otro venezolano de la diáspora es David Díaz, quien lleva más de una década en su país de acogida. Este barquisemetano, además de ser propietario de un restaurante llamado “La Cachapera BCN”, es el representante del gremio de hosteleros venezolanos en Barcelona.
Aunque explica que la situación en la que se encuentran él y sus colegas es “complicada” se muestra agradecido por el vínculo que creó con sus compatriotas durante el año anterior. “Llevar una carga tan fuerte en un gremio colectivo muy unido, como lo estamos nosotros, los venezolanos en Barcelona, ha sido mucho más fácil, y agradezco que en este momento de dificultad hayamos podido estar unidos y aprender juntos de estas circunstancias”. Añadió que su deseo para el nuevo año es “salud para su familia, sus empleados y todas las personas que le rodean”.
Malula Oropeza abandonó Caracas hace nueve años. Está jubilada y una de las cosas que más le llenan es colaborar como voluntaria para diversas causas benéficas. Antes de la pandemia estaba realizando un voluntariado en una residencia de adultos mayores, actividad que se vio paralizada con la llegada del virus.
Para 2021 uno de sus deseos tiene que ver con la erradicación del COVID-19. “En España veo el final, siento que ya se va a solucionar”, comenta. Por otro lado, otra de sus ilusiones es poder regresar a su país natal. “Le tengo mucha añoranza y mucho sentimiento, porque tuve que emigrar a una cierta edad”.
