La escasez de diésel en Venezuela ha provocado en días recientes una “escalada” de paralizaciones de centros de producción y cosechas de alimentos, como azúcar, leche, arroz y frijoles, que podrían afectar de manera inminente el abastecimiento de comida, según gremios consultados por la Voz de América.
Esta semana, se multiplicaron las advertencias de voceros de sectores primarios, como el transporte y la producción de alimentos, debido al notorio déficit de diésel, cuya importación está prohibida por sanciones de Estados Unidos.
Aquiles Hopkins, presidente de la confederación venezolana de agricultores, Fedeagro, calificó la escasez de diésel como “complicada” para sus agremiados.
La escasez de diésel ha provocado paralizaciones de centrales azucareros e industrias lácteas, que solo tienen siete días de inventario del combustible, según reportes del gremio desde los 23 estados y el Distrito Capital.
De acuerdo con esas cifras, la crisis ha afectado las cosechas de frijol y arroz en el occidente del país, así como la preparación de tierras para siembras futuras.
“Es una escalada”, dice Hopkins, en entrevista con la VOA. “Va a comenzar una escalada de afectación al desabastecimiento y la disponibilidad de alimentos en el plato de venezolanos. Puede representar la muerte súbita de la agricultura” en Venezuela, advierte, preocupado.
La producción del gasoil, como también se conoce a ese tipo de combustible, mermó en meses recientes en Venezuela debido al colapso de la explotación petrolera, que es el paso primario de la producción del diésel.
Hoy, el país solo produce un promedio de 400.000 barriles de crudo al día, cuando en diciembre de 1999 esos niveles rozaban los 3,6 millones de barriles por jornada. Analistas sostienen que las sanciones económicas de Estados Unidos han complicado la ausencia de ese combustible.
El gobierno del hoy expresidente estadounidense Donald Trump prohibió en octubre de 2020 a compañías petroleras el envío de diésel a Venezuela a cambio de crudo. Eran trueques que habían quedado exentos de las sanciones aplicadas contra la empresa estatal petrolera, PDVSA, desde enero de 2019.
Al menos tres empresas extranjeras (Repsol, Relliance y Eni) habían participado de ese intercambio de crudo por diésel con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro. El principal gremio de comerciantes, Consecomercio, precisó que no ha llegado al país ningún buque con el carburante desde entonces.
Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, acusó la semana pasada al gobierno madurista de reservar el diésel para sus Fuerzas Armadas y Cuba, permitiendo que “el pueblo sufra” para reforzar su argumento internacional contra las sanciones estadounidenses.
Voceros de la administración Biden han afirmado que no hay “prisa” para revisar las restricciones impuestas al poder ejecutivo venezolano y que, si bien están bajo revisión, esa estrategia no se conversará directamente con Maduro.
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"Se suman paralizaciones"
Hopkins, de Fedeagro, remarca que es “complicado” detallar en términos porcentuales la cantidad de alimentos perdidos o de unidades de producción paralizadas en Venezuela por las agravadas fallas del diésel.
“Día a día, se suman paralizaciones. En el eje andino, se han perdido 20.000 toneladas de cosechas. Hay paralización del transporte de alimentos desde los centros de producción a los centros de consumo”, señala.
Reportes de prensa en Venezuela reflejaron la preocupación de productores ante la inminente pérdida de 80.000 toneladas de caña de azúcar que no habían podido movilizar en cinco estados por la escasez de diésel. Además, según publicaciones de medios como Crónica Uno, al menos 85 por ciento de las industrias químicas registraba “inconvenientes” para operar.
Hopkins criticó que se haya conocido en agencias de noticias del envío a Cuba y mercados asiáticos de al menos cuatro buques cargados de diésel desde Venezuela entre enero y marzo de este año, en plena crisis del combustible.
“Es una irresponsabilidad. Es inaceptable. Si no tenemos cómo producir y transportar alimentos, ¿cómo se posible que se sigan atendiendo mercados extranjeros?”, socios del gobierno venezolano, se pregunta.
Fedeagro recomienda al gobierno venezolano ocuparse de la reactivación de la capacidad refinadora de combustibles del país. Su principal vocero considera que hoy solo se produce el 10 por ciento del diésel necesario en el país.
Hopkins rebate la teoría de que las sanciones económicas de Estados Unidos es la responsable de la crisis actual. “Las sanciones no son el origen de la crisis. En 2020, ya reportábamos la escasez y no había ningún tipo de sanción. Tenemos mucho temor de que pueda iniciarse un desabastecimiento en escala”, insiste.
Ganaderos y transportistas venezolanos también han elevado sus voces de disgusto por la escasez del gasóleo. En Zulia, el estado de mayor densidad poblacional, en los límites con Colombia, denunciaron la “paralización por completo” de los automotores que movilizan pasajeros.
“Por falta de gasoil, más de 250 unidades colectivas (buses) no pueden salir a trabajar”, expuso Erasmo Aliam, de la Central Única de Transporte zuliana.
La semana pasada, la agencia internacional de noticias Reuters reportó que PDVSA comenzó a racionar el suministro de diésel a transportistas, a quienes surten entre 100 y 200 litros del combustible en camiones tipo gandola con tanques con capacidad de almacenamiento de hasta 1.200 litros.