Por segundo año consecutivo, los venezolanos viven la Semana Santa en confinamiento, luego de que el presidente Nicolás Maduro decidiera ajustar las medidas ante el incremento de casos de COVID-19 y la detección de la variante brasileña al país.
“Ya hemos venido coordinando con la Iglesia Católica, con las comunidades, con los curas, con los párrocos y yo anuncio que la Semana Santa este año será nuevamente en cuarentena radical”, dijo recientemente a través del canal del Estado.
Nicola Furnari, presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viaje y Turismo (AVAVIT), dijo a la Voz de América que el sector esperaba una leve mejoría para esta Semana Santa y que la poca oferta aérea disponible en el país fue vendida, sin embargo, tras el anuncio de Maduro, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil suspendió todos los vuelos nacionales hasta el 4 de abril.
“Entendemos que este primer semestre no va a mejorar mucho la situación. Todavía estamos iniciando el proceso de vacunación aquí en Venezuela, aunque entendemos que en otros países se ha avanzado bastante, pero estamos a la incertidumbre de lo que pueda pasar con estas incidencias por ejemplo de nuevos tipos de, la surafricana, la británica, la brasilera que es la que nos está afectando en este momento y estamos muy vulnerables a este tipo de temas de salud”, explicó.
Sin embargo, miembros del sector turismo venezolano confían en que, a medida que aumente el porcentaje de la población vacunada, “aumentarán los vuelos y las frecuencias”.
Como en el resto del mundo, el turismo en Venezuela ha resultado severamente golpeado como consecuencia de la pandemia. De acuerdo al presidente de Avavit, en 2020 registraron “ventas negativas de menos 95%” en comparación con el 2019.
El domingo por la noche, Maduro propuso que, hasta que “le demos el golpe contundente, total a esta variante”, al culminar la Semana Santa se podría implementar un esquema de 7 días de flexibilización de la cuarentena, seguidos de 14 días de cuarentena “radical”.