La situación de Venezuela resonó en la Convención Nacional Republicana desde la primera noche, como un mensaje de advertencia sobre el peligro de los gobiernos socialistas. En entrevista con la Voz de América, Gustavo Garagorry, presidente de “Venezuelan American Republican Club”, una organización para venezolanos dentro del Partido Republicano refuerza esta postura.
“El socialismo, el comunismo y toda esa basura que han metido en Venezuela, no podemos aceptarla que venga a este país”, afirma Garagorry. Aunque explica: “Yo entiendo y quiero ser enfático en esto, el Partido Demócrata no es un partido comunista (…) pero lamentablemente en estos momentos el Partido Demócrata ha sido infiltrado de forma violenta por el socialismo y por los comunistas”.
Para el dirigente político resulta claro por qué una reelección del presidente Donald Trump es la mejor opción para los venezolanos dentro y fuera de Estados Unidos. “El simple hecho de que en 20 años ningún gobierno se había ocupado de Venezuela como se ha ocupado el presidente Trump ya es suficiente, ya más motivo que eso no hay ninguno”, señala.
La reelección del presidente Trump en las elecciones del 3 de noviembre representará la continuidad de las políticas de su gobierno hacia Venezuela, explica Garagorry. “Definitivamente seguir aplicando las sanciones que se vienen aplicando, que tienen sentido, están asfixiando al gobierno y lo podemos observar, el bloqueo que se ha hecho ha sido muy efectivo”.
Protección contra la deportación
Con respecto a uno de los principales pedidos de la comunidad venezolana en Estados Unidos, la creación de un estatus de protección temporal conocido como TPS, Garagorry afirma que es el país de origen el que debe elevar una petición al gobierno de Estados Unidos.
“Si el país de origen no solicita un TPS, por ley el gobierno de EEUU no lo puede autorizar, porque no existe una petición. Entonces es imposible que podamos tener un TPS si no hay un requerimiento del presidente Guaidó”.
No obstante reconoce que existen iniciativas bipartidistas en el Congreso tendientes a amparar a los venezolanos en Estados Unidos, pero que es necesaria una mayor representación.
“Si no hay fuerza, si no hay seguimiento, si no hay una representación venezolana que levante su voz como congresista y que diga, 'Yo estoy representando a los venezolanos', es muy difícil porque no hay un liderazgo y una voz que estemos llevando en ese sentido”, remarca el dirigente político.
Con la aceptación de la nominación por parte del presidente Donald Trump y tras el cierre de la Convención Nacional Republicana se inicia la cuenta regresiva para las elecciones del 3 de noviembre. El próximo paso serán los debates, donde los candidatos se enfrentarán cara a cara y tendrán una nueva oportunidad para dirigirse al electorado estadounidense.