El 14 de diciembre, la estación de radio colombiana La W publicó una carta de Alex Saab, un empresario colombiano quien ha sido descrito como el principal negociador del presidente venezolano Nicolás Maduro. En ella, Saab ataca EE.UU. por los bloqueos y sanciones que ha impuesto a Venezuela a lo largo de los años.
Pero también hizo declaraciones engañosas sobre la corrupción en Venezuela, incluyendo esta: “la única corrupción que he visto es de los famosos lobistas americanos que llegan allá y nos roban millones de dólares al gobierno prometiendo arreglar la situación entre los países”.
Saab fue arrestado en junio en Cabo Verde bajo la sospecha de lavado de dinero y sigue en custodia allí. Rompió el silencio con la carta a La W - la popular estación de radio que ha entrevistado a figuras prominentes como el ex presidente estadounidense Bill Clinton, y transmite a 22 ciudades colombianas, como también a EE.UU., España, Panamá, Inglaterra y Francia.
Contrario a las afirmaciones de Saab, Venezuela es uno de los muchos países suramericanos manchado por la corrupción. Transparencia Internacional, una organización no gubernamental basada en Berlín que rastrea la corrupción en el sector público, posicionó Venezuela como el quinto país más corrupto del mundo en su Indice de Percepción de Corrupción de 2019. En una escala del 0 (altamente corrupto) a 100 (limpio), Venezuela obtuvo 16.
Como informó el New York Times el 19 de noviembre, personas que alguna vez apoyaron a Maduro pero han empezado hablar contra la corrupción y el amiguismo de su gobierno fueron reprimidos (o asesinado) antes de las elecciones parlamentarias que se realizaron el 6 de diciembre.
El predecesor de Maduro, Hugo Chávez, también fue acusado de corrupción por sus ex simpatizantes. Wilmes Azuaje, quien trabajó con Chávez y su familia, afirmó que los padres y hermanos del ex presidente controlaban granjas, negocios, bancos y contratos gubernamentales, reportó The Guardian en 2010. Las acusaciones de Azuaje fueron parte de “quejas más amplias que el movimiento revolucionario socialista conocido como ‘chavismo’ había sido secuestrado por oportunistas impulsados por el dinero dentro, o cerca, del gobierno”, escribió el periódico.
Periodistas que trabajan con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en un proyecto conocido como “FinCEN Files” encontró que “boligarcas” - como se conoce a los magnates empresariales cercanos a los gobiernos de Chávez y Maduro - movieron enormes cantidades de dinero público fuera del país. El efectivo a menudo provenía de contratos por “viviendas y otros servicios básico”, reportaron.
Saab figuró en las investigaciones de FinCEN Files, que se basaron en una filtración de reportes de actividad sospechosa que los bancos hacen a la Oficina de Crímenes Financieros (Fincen, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE.UU. El diario venezolano Armando.info publicó un reporte revelando como, desde 2017, Saab recibió millones de dólares a través de una empresa offshore basada en Hong Kong que artificialmente infló los precios de alimentos bajo un programa gubernamental para subsidiar alimentos para los pobres de Venezuela.
En enero, los abogados de Maduro contrataron un lobista en Washington “como parte de un esfuerzo de 12,5 millones de dólares para aliviar las sanciones y restablecer las relaciones bilaterales a medida que la campaña respaldada por Estados Unidos para sacar al líder socialista se estanca”, reportó Associated Press.
En junio, Saab fue arrestado por la policía en Cabo Verde, África, por una orden de EE.UU., cuando su avión se detuvo en la nación insular para reabastecerse. EE.UU. le impuso sanciones en 2019 por presuntamente “orquestar una basta red de corrupción que ha permitido (al gobierno de Maduro) beneficiarse significativamente de las importaciones y distribución de alimentos en Venezuela” y ahora intenta extraditarlo desde Cabo Verde. Las investigaciones de FinCEN Files descubrieron que Saab estaba en actividades similares a las descritas por las autoridades estadounidenses.
El gobierno de Maduro dice que Saab “tiene inmunidad diplomática y estaba en una misión humanitaria para asegurar comida para los pobres y equipo médico para combatir el coronavirus”, reportó el Financial Times.
Saab ha hecho negocios con el gobierno de Chávez y Maduro, y ha sido acusado de facilitar esquemas gubernamentales dudosos, incluyendo un contrato de 4.5 mil millones de dólares con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela S.A., y ayudar al régimen venezolano de exportar oro de origen sospechoso a Turquía y otros países. También ha sido nombrado en los Panama Papers, el tesoro de documentos filtrados que exponen las operaciones de bancos offshore.
Situación de vida en Venezuela
En su carta, Saab comparó la situación de vida de Venezuela con la de Colombia para una personas con 250 dólares, el cual dijo que es el salario mínimo mensual promedio para los venezolanos, si los subsidios gubernamentales son tomados en cuenta. Él asegura que: "al final del mes el venezolano tiene dinero y comió, y el colombiano tiene deudas y no comió".
Sin embargo, un estudio de las Naciones Unidas de 2020 encontró que uno de tres venezolanos se enfrentan al hambre, y que más de un tercio de 9,3 millones de venezolanos tiene inseguridad alimentaria “moderada” o “grave”. En 2019, casi un 65 por ciento de los hogares venezolanos vivían bajo “pobreza multidimensional” según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida realizada por investigadores de la Universidad Católica Andrés Bello.
Venezuela produce solo el 30 por ciento de su suministro de alimentos, según según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. El colapso económico del país, debido principalmente a la caída de los precios del petróleo y la hiperinflación, ha generado una crisis humanitaria y de hambre y provocó el éxodo de aproximadamente 5 millones de personas del país (2 millones más que el número citado por Saab en su carta).
Incluso cuando el programa del gobierno venezolano de subsidios estaba funcionando, estaba plagado de mala gestión. En 2016, The Guardian escribió que beneficiarios del programa gubernamental Gran Misión Vivienda, lanzado por Chávez en 2011 para proveer de vivienda a los pobres en Venezuela, no tenía agua corriente en 2014, unos tres años después. Para 2016, los cortes de energía se habían convertido en una rutina.
Ante la aguda escasez de gasolina en un país que posee las reservas de petróleo más grande del mundo, Maduro se comprometió en mayo de este año a reducir los subsidios al combustible y privatizar las estaciones de servicio, reportó The Wall Street Journal. Con esos cambios, los venezolanos tendrán acceso a 32 galones de gasolina por mes (por casi 10 centavos un galón). Si necesitan más, costará 1,90 dólares el galón, y será vendido en 200 estaciones de gasolina en todo el país que fueron privatizadas a empresarios no especificados, escribió el diario.
Como informó Polygraph.info en junio, el salario mínimo por hora de Venezuela, 400.000 bolívares (actualmente equivalente a 1,60 dólares) no era suficiente para comprar 500 gramos de mantequillas (2,60 dólares), 30 huevos (3 dólares) o un kilo de leche en polvo (2,30 dólares) (basados en los precios de los productos para el 25 de abril de este año).
Las sanciones que EE.UU. impuso a Venezuela por, entre otras cosas, presuntas violaciones de DD.HH. y corrupción, han mantenido a los compradores de crudo alejados, profundizando la crisis económica del país. En noviembre de 2019, Maduro adoptó la dolarización, utilización del dólar además o en lugar de la moneda del país, generalmente debido a una devaluación de la moneda local (como en el caso de Venezuela), con el objetivo de estabilizar la economía. Un año después, Bloomberg reportó que funcionarios del banco central venezolano estaban discutiendo planes para un sistema de dólares con bancos locales venezolanos. El sistema comenzará el año que viene.
Desde una disputada elección en 2018, Maduro y el líder opositor Juan Guaidó han quedado atrapados en un estancamiento político. EE.UU. y otros 65 países han reconocido a Guaidó como líder de Venezuela, mientras que las Naciones Unidas todavía reconoce a Maduro y ha presionado por una resolución negociada. Después de las elecciones parlamentarias de este año (que se llevaron a cabo el 6 de diciembre y fueron boicoteadas por la oposición), Maduro retomó el control de la Asamblea Nacional, consolidando su poder en el país
El 18 de diciembre, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo publicó un comunicado pidiendo a “todos los países comprometidos con la democracia condenar las fraudulentas elecciones del 6 de diciembre y los continuos esfuerzos del régimen ilegítimo para destruir la democracia en Venezuela”.