El secretario de Asuntos de Veteranos, David Shulkin, reiteró este lunes lo que dijo durante todo el fin de semana en varias cadenas de televisión: que fue despedido y que así se le informó poco antes de que el presidente Donald Trump anunciará en un tuit el nombre de su reemplazo.
La Casa Blanca dice todo lo contrario. Afirma que Shulkin renunció a su puesto tras un escándalo ético y una creciente rebelión en el departamento.
La semántica sobre si Shulkin renunció o fue despedido podría ser relevante en la capacidad de que Trump nombre un secretario en funciones para llenar temporalmente esa plaza.
Shulkin dijo el domingo que su salida fue causada por las injustas “fuerzas políticas” en la administración Trump, que circularon algunos “puntos de conversación” para desacreditarlo.
Entre los puntos, según Shulkin, se incluye declaraciones en las que él minimiza un reporte de un grupo de vigilancia del Departamento de Asuntos de Veteranos que concluye que violó las normas éticas al aceptar boletos de entrada para el torneo de tenis de Wimbledon cuando visitó Gran Bretaña el año pasado.
La Inspectoría General del Departamento halló previamente que Shulkin hizo declaraciones falsas a los investigadores y a la prensa sobre su viaje a Londres.
“Llegué para gerenciar el Departamento de Asuntos de Veteranos porque estoy comprometido con los veteranos”. dijo Shulkin el domingo. “Y yo no renunciaría porque tengo el compromiso de asegurarme que este trabajo llegue a su final".
Trump nominó como su reemplazo al médico de la Casa Blanca, Ronny Jackson, cuyo mérito más conocido es haber informado extensamente sobre la “excelente” salud de la que goza el mandatario, luego de pasar su primer examen médico como presidente.
Bajo la ley federal, un presidente tiene amplia autoridad de llenar temporalmente una plaza si alguien “muere, renuncia o es incapaz en alguna otra forma de seguir cumpliendo sus funciones y deberes del puesto”. La ley no menciona que el presidente tenga esa autoridad si el funcionario es despedido.