La historia de un funcionario del Palacio de Buckingham de Londres, quien jugó un papel clave en el anuncio del nacimiento del primer hijo del príncipe William y la duquesa de Cambridge, Kate, la semana pasada de Kate, ha encendido un debate sobre inmigración y visas en Gran Bretaña.
Las grandes multitudes que se reunieron frente del Palacio de Buckingham para celebrar el anuncio oficial del nacimiento del príncipe de Cambridge y quienes lo veían por televisión en todo el mundo, esperaban por la publicación del tradicional documento que certifica el nacimiento del heredero del trono, el cual fue colocado en un pedestal decorado con oro, en los jardines del palacio.
Pero lo que muy poco sabían era la extraordinaria historia del joven originario de India que llevó el documento en sus manos a través de los jardines del Palacio y ayudó a colocarlo en el pedestal, por más que las fotos de las agencias de noticias que recorrieron el mundo lo identificaban como Badar Azim.
El joven Azim, de 25 años, creció en las calles de Calcuta en India, pero fue educado en un orfanato y luego en una Universidad de Escocia gracias a una beca de $15 mil otorgada por su escuela, hasta llegar a su trabajo actual en la Casa Real británica.
Sin embargo, pocos días después del momento en que estuvo ante los ojos de todo el mundo durante el anuncio del nacimiento del príncipe de Cambridge, Badar Azim estaba de vuelta en India porque su contrato había terminado y le dijeron que su visado no sería renovado.
Lo que su historia ha hecho, es poner en el centro de la atención la situación del sistema británico de visas.
Combate a la inmigración
o pérdida de talentos
El gobierno británico dijo que se necesitaban las restricciones para evitar el abuso del sistema de visa de estudiante, aunque muchas empresas británicas critican los cambios, e incluso las Universidades indican que los ingresos que obtienen por los pagos que hacen los estudiantes extranjeros alcanzan a la nada despreciable suma de $3.800 millones de dólares.
Nicola Dandridge, director general de Universidades del Reino Unido, un grupo que representa a las instituciones de educación superior, dice que con este tipo de medida es Gran Bretaña en su conjunto quien pierde.
"Estas son personas altamente calificadas, a muchos de los cuales nos gustaría mantener en el país para trabajos altamente especializados", dijo Dandridge. "Así que la pregunta es si esa pérdida de talento para el Reino Unido es un lujo que nos podemos dar".
Mientras tanto, el gobierno de Gran Bretaña está trabajando un proyecto piloto para obligar a los visitantes procedentes de seis países - India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Nigeria y Ghana- a pagar $4.500 dólares en depósito por la visa.
En un comunicado el gobierno indica que “en el largo plazo estamos interesados en un sistema de bonos para desestimular a quienes tras sus estudios pretendan permanecer por más tiempo, y de esa forma recuperar los costos en el caso de que un extranjero haya utilizado los servicios públicos" del Reino Unido.
Sin embargo India definió la medida como retrógrada.
El gobierno ha endurecido las normativas para hacer frente a la inmigración, y ahora por ejemplo, los estudiantes extranjeros sólo pueden permanecer en Gran Bretaña si encuentran un trabajo que incluya un contrato o si ganan dinero suficiente.
Entre los afortunados se encuentra el estudiante de India, Arjun Sathe, que logró encontrar un buen empleo después de graduarse de un instituto de negocios.
"Todo el mundo subestimó la resistencia de los empleadores en contratar a uun estudiante de posgrado. Nadie se imaginaba que iba a ser tan difícil", dice Sathe.
En una visita a Nueva Delhi el año pasado, el alcalde de Londres, Boris Johnson criticó las restricciones.
"Tenemos que asegurarnos de que el sistema de visas no sea un impedimento para los estudiantes internacionales", subrayó.
Las grandes multitudes que se reunieron frente del Palacio de Buckingham para celebrar el anuncio oficial del nacimiento del príncipe de Cambridge y quienes lo veían por televisión en todo el mundo, esperaban por la publicación del tradicional documento que certifica el nacimiento del heredero del trono, el cual fue colocado en un pedestal decorado con oro, en los jardines del palacio.
Pero lo que muy poco sabían era la extraordinaria historia del joven originario de India que llevó el documento en sus manos a través de los jardines del Palacio y ayudó a colocarlo en el pedestal, por más que las fotos de las agencias de noticias que recorrieron el mundo lo identificaban como Badar Azim.
El joven Azim, de 25 años, creció en las calles de Calcuta en India, pero fue educado en un orfanato y luego en una Universidad de Escocia gracias a una beca de $15 mil otorgada por su escuela, hasta llegar a su trabajo actual en la Casa Real británica.
Sin embargo, pocos días después del momento en que estuvo ante los ojos de todo el mundo durante el anuncio del nacimiento del príncipe de Cambridge, Badar Azim estaba de vuelta en India porque su contrato había terminado y le dijeron que su visado no sería renovado.
Lo que su historia ha hecho, es poner en el centro de la atención la situación del sistema británico de visas.
Combate a la inmigración
Combate a la inmigración o pérdida de talentos
Combate a la inmigracióno pérdida de talentos
El gobierno británico dijo que se necesitaban las restricciones para evitar el abuso del sistema de visa de estudiante, aunque muchas empresas británicas critican los cambios, e incluso las Universidades indican que los ingresos que obtienen por los pagos que hacen los estudiantes extranjeros alcanzan a la nada despreciable suma de $3.800 millones de dólares.
Nicola Dandridge, director general de Universidades del Reino Unido, un grupo que representa a las instituciones de educación superior, dice que con este tipo de medida es Gran Bretaña en su conjunto quien pierde.
"Estas son personas altamente calificadas, a muchos de los cuales nos gustaría mantener en el país para trabajos altamente especializados", dijo Dandridge. "Así que la pregunta es si esa pérdida de talento para el Reino Unido es un lujo que nos podemos dar".
Mientras tanto, el gobierno de Gran Bretaña está trabajando un proyecto piloto para obligar a los visitantes procedentes de seis países - India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, Nigeria y Ghana- a pagar $4.500 dólares en depósito por la visa.
En un comunicado el gobierno indica que “en el largo plazo estamos interesados en un sistema de bonos para desestimular a quienes tras sus estudios pretendan permanecer por más tiempo, y de esa forma recuperar los costos en el caso de que un extranjero haya utilizado los servicios públicos" del Reino Unido.
Sin embargo India definió la medida como retrógrada.
Entre los afortunados se encuentra el estudiante de India, Arjun Sathe, que logró encontrar un buen empleo después de graduarse de un instituto de negocios.
"Todo el mundo subestimó la resistencia de los empleadores en contratar a uun estudiante de posgrado. Nadie se imaginaba que iba a ser tan difícil", dice Sathe.
En una visita a Nueva Delhi el año pasado, el alcalde de Londres, Boris Johnson criticó las restricciones.
"Tenemos que asegurarnos de que el sistema de visas no sea un impedimento para los estudiantes internacionales", subrayó.