Los votantes hispanos todavía no han dado su apoyo incondicional a Hillary Clinton, a pesar de que se sienten ofendidos por su aparente rival de noviembre, Donald Trump.
De acuerdo a las encuestas, Clinton no ha logrado superar el 60% de las preferencias entre los hispanos mientras que el presidente Barack Obama alcanzó el 71% del voto hispano en 2012.
Los sondeos más recientes dan a Clinton solamente el 50% del voto hispano.
“Puede que se sientan ofendidos por Trump, pero cuando ven a Hillary, generalmente dicen ‘Uno nos está insultando y la otra quiere aprovecharse de nosotros políticamente’. Es una situación interesante para los latinos”, dijo al periódico Washington Times, Alfonso Aguilar, director ejecutivo de Latino Partnership for Conservative Principles.
Dos encuestas divulgadas el domingo, muestran que en realidad los votantes están escogiendo, por ahora, “al menos malo”: a muchos no les gusta ni Clinton ni Trump.
La encuesta de ABC/Washington Post apunta que los dos tienen 57% de percepciones desfavorables, otra de CBS/New York Times indica 59% desfavorable para Trump y 55% para Clinton.
Tales cifras tampoco significan que los hispanos están listos para apoyar por “default” a Donald Trump. Aunque hay alguna encuesta que muestra al magnate recibiendo el 31% del voto hispano —que sería más de lo que recibió Mitt Romney en 2012— otras aseguran que solo tiene el 14% del voto hispano.
Los demócratas piensan que una vez termine la etapa de primarias y que los seguidores de Bernie Sanders, incluyendo una gran cantidad de hispanos, terminen por alinearse tras el nominado, el partido volverá a contar con las cifras que ayudaron a reelegirse al presidente Obama.
De todas maneras, Hillary tendrá que convencer a la comunidad hispana desilusionada por el proceso político.