El presidente Donald Trump firmó este viernes dos órdenes ejecutivas para desmantelar las regulaciones financieras que han regido sobre Wall Street desde la crisis financiera de 2008.
La acción responde a su promesas de campaña de derogar la Ley Dodd-Frank y reemplazarla con nuevas políticas de crecimiento económico y creación de empleos.
La "Ley Dodd-Frank de reforma financiera y de protección de los consumidores" —que debe su nombre al senador Chris Dodd y al congresista Barney Frank— frecuentemente ha sido llamada la ley “Obamacare para los bancos”.
Uno de los decretos solicita recomendaciones de cambio para la ley, y el otro ordena al Departamento de Trabajo cesar la implementación de una regla impuesta por la administración Obama sobre el retiro de los asesores de inversiones, que está supuesta a entrar en efecto en abril.
Las regulaciones, detestadas por Wall Street y los legisladores republicanos, buscaban evitar un nuevo colapso de la economía.
Trump y sus asesores, algunos de los cuales han trabajado con y para Wall Street, piensan que la ley es una carga innecesaria para las empresas financieras y los consumidores.
La firma de las acciones ejecutivas se produjo luego de una reunión previa con ejecutivos de algunas de las empresas más importantes de Estados Unidos, incluyendo a JP Morgan, Chase, Blackstone, IBM, Tesla y General Motors.
El lunes, el presidente Trump dijo que la ley Dodd-Frank es un “desastre” y prometió “hacer una gran cosa con ella”, pero los cambios seguramente desatarán la ira de los demócratas y de los defensores del consumidor que antes se han quejado que la ley no va lo suficientemente lejos para controlar a los bancos.