En busca de preservar y difundir las diferentes culturas que provienen de otros países pero que convergen en Washington, la capital estadounidense fue la vitrina donde se realizó el Smithsonian Folklife Festival.
La muestra recibía a todos los visitantes con un edredón gigantesco que conmemora la muerte de miles de víctimas del SIDA. Los organizadores consideran que este evento es un ejemplo sobre cómo las expresiones artísticas y culturales pueden convertirse en una herramienta para educar a las personas en diferentes áreas.
Este festival tiene algo para cada edad. Los niños pudieron disfrutar coloreando mientras apoyaban una causa noble, mientras que los visitantes pudieron conocer, probar, saborear y disfrutar nuevas culturas.
“Es muy bonito porque uno aprende bastante y la labor que el Smithsonian hace, me parece que es estupenda porque es difundir sabiduría”, señaló una de las asistentes.
La exposición es un punto para probar comidas de diferentes latitudes o para disfrutar de una bebida en un día bastante caluroso.
“Es Fabuloso, no esperaba esto de todas las diferentes culturas. Esperaba estar bien americanizada pero hoy estoy viendo tantas cosas diferentes”, declaró emocionada otra transeúnte que resaltó ser de origen puertorriqueño y mexicano.
Precisamente una banda de mariachis fue la encargada de amenizar este evento anual.
La muestra recibía a todos los visitantes con un edredón gigantesco que conmemora la muerte de miles de víctimas del SIDA. Los organizadores consideran que este evento es un ejemplo sobre cómo las expresiones artísticas y culturales pueden convertirse en una herramienta para educar a las personas en diferentes áreas.
Este festival tiene algo para cada edad. Los niños pudieron disfrutar coloreando mientras apoyaban una causa noble, mientras que los visitantes pudieron conocer, probar, saborear y disfrutar nuevas culturas.
“Es muy bonito porque uno aprende bastante y la labor que el Smithsonian hace, me parece que es estupenda porque es difundir sabiduría”, señaló una de las asistentes.
La exposición es un punto para probar comidas de diferentes latitudes o para disfrutar de una bebida en un día bastante caluroso.
“Es Fabuloso, no esperaba esto de todas las diferentes culturas. Esperaba estar bien americanizada pero hoy estoy viendo tantas cosas diferentes”, declaró emocionada otra transeúnte que resaltó ser de origen puertorriqueño y mexicano.
Precisamente una banda de mariachis fue la encargada de amenizar este evento anual.