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México provee la mayor parte de la heroína en EE.UU.


Brownfield dijo que la solución del problema de la heroína en EE.UU. pasa por la creación de un organismo interno en México que depure las organizaciones policiales.
Brownfield dijo que la solución del problema de la heroína en EE.UU. pasa por la creación de un organismo interno en México que depure las organizaciones policiales.

El secretario de Estado adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos, William Brownfield, aseguró a legisladores que Colombia ya no es el mayor proveedor de la heroína que ingresa al país.

El Secretario de Estado adjunto para Asuntos Internacionales de Narcóticos, William Brownfield, dijo que la heroína que llega de México es cada vez más potente, está siendo vendida a precios más bajos y su consumo se ha convertido en una epidemia en zonas urbanas y rurales de Estados Unidos.

"En los últimos veinte años hemos creado la demanda mediante el uso de opioides, mayormente calmantes, que desarrollaron una dependencia o adicción la cual produjo una demanda por el opioide y ahora el mercado de heroína está satisfaciendo esa demanda a un costo más bajo de lo que sería para los usuarios" del país.

En una audiencia de la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Brownfield afirmó que la mayor parte de la heroína que está entrando a Estados Unidos proviene de México y no de Colombia.

"Un pequeño porcentaje es producido en Guatemala y en Colombia, pero es muy pequeño en comparación con lo que viene de México".

El secretario Brownfield anunció también que en marzo se unirá a un grupo encabezado por Michael Botticelli, Director Nacional de Política de Control de Drogas, que se reunirá con representantes del gobierno mexicano para hablar sobre nuevas medidas para enfrentar la crisis.

El problema de las drogas también trae corrupción y el embajador señaló que éste y las organizaciones criminales internacionales como los cárteles de la droga y las pandillas criminales son mayormente responsables por la corrupción en Honduras y en los países del llamado triángulo norte, que incluyen a Guatemala y El Salvador.

"De hecho las pandillas que se ven en El Salvador, Honduras y Guatemala, son en su mayoría, los mismos grupos delictivos que uno ve en Estados Unidos”, indicó.

La solución, dijo Brownfield es un organismo interno que depure primero las organizaciones policiales, segundo, crear programas a largo plazo para combatir la corrupción y tercero, señaló "tiene que haber consenso dentro del gobierno... dentro de las ramas legislativa, ejecutiva y judicial", que estén de acuerdo en tomar y se tomarán el tiempo para lograr los objetivos”.

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