En 1984, el entonces activista político estadounidense, William Potts, secuestró a punta de pistola un avión de pasajeros que cubría la ruta entre Nueva York y Miami, y ordenó al piloto que se dirigiera a La Habana en Cuba. Ahora, tras casi 30 años en la isla, regreso a Estados Unidos.
En el momento del secuestro Potts pensaba que sería bien recibido en Cuba, sin embargo fue capturado y condenado por piratería aérea, tras lo cual pasó 13 años en una cárcel. Tras su liberación se casó con una cubana con la que tuvo dos hijas y luego se diivorció.
Ahora, casi 30 años más tarde y a los 56 años de edad, Potts regresó a Estados Unidos con el objetivo de reunirse con su familia, en particular con sus hijas que viven en el país.
Sin embargo, el exactivista primero deberá rendir cuentas ante la justicia, para resolver los cargos penales que aún enfrenta en Estados Unidos.
Al momento del secuestro del avión, William Potts era miembro de un grupo nacionalista afro-estadounidense llamado “Panteras Negras”.
El regreso de Potts se concretó en un vuelo chárter de La Habana a Miami, tras negociar con las autoridades estadounidenses.
Antes de su partida, el activista dijo que quiere “volver a casa, a mi familia, a mis hijas, eso es lo que estoy esperando”, aunque reconoció que no ha hecho ningún acuerdo con las autoridades estadounidenses sobre lo que ocurrirá cuando llegue y dijo que espera que la pena de prisión que cumplió en Cuba mitigue su condena en Estados Unidos.
"No hemos coordinado nada, y la incertidumbre que tenemos que resolver es que he cometido un crimen, pagué mis deudas y ya está, se acabó. Fui condenado a 15 años de prisión, no a cadena perpetua”, agregó Potts, quien explicó también que tiene la intención de regresar a vivir en Cuba, una vez que se resuelvan los cargos penales de Estados Unidos.
En el momento del secuestro Potts pensaba que sería bien recibido en Cuba, sin embargo fue capturado y condenado por piratería aérea, tras lo cual pasó 13 años en una cárcel. Tras su liberación se casó con una cubana con la que tuvo dos hijas y luego se diivorció.
Ahora, casi 30 años más tarde y a los 56 años de edad, Potts regresó a Estados Unidos con el objetivo de reunirse con su familia, en particular con sus hijas que viven en el país.
Sin embargo, el exactivista primero deberá rendir cuentas ante la justicia, para resolver los cargos penales que aún enfrenta en Estados Unidos.
Al momento del secuestro del avión, William Potts era miembro de un grupo nacionalista afro-estadounidense llamado “Panteras Negras”.
El regreso de Potts se concretó en un vuelo chárter de La Habana a Miami, tras negociar con las autoridades estadounidenses.
Antes de su partida, el activista dijo que quiere “volver a casa, a mi familia, a mis hijas, eso es lo que estoy esperando”, aunque reconoció que no ha hecho ningún acuerdo con las autoridades estadounidenses sobre lo que ocurrirá cuando llegue y dijo que espera que la pena de prisión que cumplió en Cuba mitigue su condena en Estados Unidos.
"No hemos coordinado nada, y la incertidumbre que tenemos que resolver es que he cometido un crimen, pagué mis deudas y ya está, se acabó. Fui condenado a 15 años de prisión, no a cadena perpetua”, agregó Potts, quien explicó también que tiene la intención de regresar a vivir en Cuba, una vez que se resuelvan los cargos penales de Estados Unidos.