El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró que en una eventual iniciativa tomada para acabar con la guerra en Yemen, se debe proteger la seguridad de Arabia Saudí.
En rueda de prensa en la ciudad de Riad, Kerry agregó que el plan de la ONU podría poner fin al conflicto yemení "si se aplica de buena forma", aunque añadió que "no es definitivo y puede ser cuestionado".
Asimismo, señaló que EE.UU. detuvo un buque iraní que llevaba armas para Yemen.
El secretario de Estado estadounidense, dio estas declaraciones junto con el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, Adel al Yuber.
En cuanto a la venta de armas al reino saudí, detalló que intentó acelerarla "pero el proceso es largo".
Por su parte, Al Yuber dijo que Irán "enciende conflictos sectarios en Oriente Medio" y agregó que el mundo tiene que impedir que los iraníes desestabilicen la región.
La rueda de prensa tuvo lugar después de una reunión para analizar el plan de paz para el Yemen celebrada en la capital saudí, y en la que además de Kerry y Al Yuber, participaron el ministro de Exteriores de Omán, Yusuf Bin Elwi; el enviado especial de la ONU para el Yemen, Ismail Uld al Sheij Ahmed, y representantes del Reino Unido y Emiratos Árabes.
Kerry también se reunió con el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, para tratar la situación en la región.
También trataron las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudita, uno de los principales socios de Washington en la región.
En la que supone su última gira a Oriente Medio, Kerry anunció en Emiratos Árabes Unidos una nueva iniciativa para poner fin a la guerra civil en el Yemen, que se recrudeció en marzo de 2015 tras la entrada en el conflicto de una alianza árabe encabezada por Riad en apoyo del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Sus contactos facilitaron un alto el fuego de dos días que no fue respetado por ninguna de las partes, lo que malogró la iniciativa, que ha sido rechazada tanto por Hadi, como por los rebeldes hutíes chiíes y sus aliados.
En el encuentro también estuvo presente el ministro de Interior saudita, el príncipe heredero, Mohamed bin Nayef.