El Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, dijo que la situación humanitaria en Yemen no es menos que una catástrofe y que desde que Arabia Saudita lanzó su campaña de bombardeos aéreos el 26 de marzo, la violencia ha escalado y las condiciones para millones de civiles en Yemen se han deteriorado dramáticamente.
El jefe de operaciones de la CICR en el Cercano y Medio Oriente, Robert Mardini, recién regresó de una visita de tres días a Saná, la capital yemenita, donde fue testigo de las crueles condiciones de vida en Yemen.
Mardini dijo que la resiliencia de la gente ha llegado al punto de rompimiento y que no están preparados para lidiar con la situación actual ni con lo que se viene.
“Nadie está a salvo en ninguna parte en Yemen. Casi un mes de muerte y destrucción luego de años de crisis deja a los yemenitas con poca esperanza de vivir una vida normal", relató Mardini.
"Los reportes recientes que tenemos de nuestros equipos en Adén, Saná y Taiz son alarmantes. Decenas de miles se han visto desplazados y buscan refugio en escuelas y mezquitas… cientos han sido arrestados”, agregó.
Mardini explicó que muchos hospitales están funcionando pero no tienen medicinas ni personal médico suficiente, mientras crece el número de heridos. Millones carecen de servicios y bienes básicos, dijo. No tienen agua, alimentos, ni gasolina o medicinas –y esto ha llevado a que aumenten los precios de los bienes más básicos.
Mardini dijo que la CICR piensa reforzar su presencia y su intervención, apoyar a los hospitales y tratar de proporcionar alimentos y agua para la gente mientras continúan actuando como intermediarios neutrales para asegurar el movimiento seguro de civiles atrapados en el conflicto.
Agregó que la CICR está lanzando un llamado preliminar para recolectar $15 millones de dólares para cubrir los costos de la respuesta de emergencia. Estos fondos son adicionales a los $29 millones que ya ha presupuestado para sus operaciones en Yemen.