En enero de 2009 al-Qaeda en Yemen (AQY) anunció su unión con elementos de al-Qaeda en Arabia Saudita (AQ), dando lugar a al-Qaeda en la península arábiga (AQAP) como muestra de la consolidación de los esfuerzos de la organización por expandirse.
Sin embargo, esta alianza coincide con una recesión en el número de ataques que la organización efectúa en Yemen. “Refleja el deseo de los líderes de AQAP de usar el país –y en concreto aquellas regiones alejadas del control del gobierno– como un territorio seguro para planear futuros ataques”, afirma el Departamento de Estado de Estados Unidos en su informe anual sobre terrorismo.
La respuesta del gobierno del presidente Ali Abdallah Salih ha sido intermitente a la hora de luchar contra esta lacra, ya que se ha focalizado en otros problemas, como la ‘sexta guerra’ contra la rebelión Houthi en el norte.
Desde 2009 hasta el momento se ha producido una escalada de atentados terroristas en el país, particularmente contra las fuerzas de seguridad. Pequeños focos han ido saltando a las cadenas internacionales señalando a Yemen como el nuevo nido del terrorismo de al-Qaeda.
Pero Yemen muestra claras intenciones de lucha contra el terrorismo, como lo son la redada que la Unidad Antiterrorismo ejecutó contra una célula de al-Qaeda con un resultado exitoso, p el arresto de Abdullah Abdul-Rahman Mohammed al-Harbi, uno de los miembros del grupo más buscados.
Pero pese a los intentos, “la persecución a los terroristas es extremadamente difícil para las cortes yemeníes, ya que las leyes actuales contra el terrorismo y su financiación permanecen débiles”, explica el informe del Departamento de Estado.
“La ausencia de una legislación efectiva que criminalice estas actuaciones facilita la ejecución de actos terroristas, tanto en Yemen como en el extranjero, contribuyendo a proyectar una imagen de Yemen como un lugar seguro y una base potencial de operaciones para terroristas”, añade.
Las fronteras de Yemen han dejado penetrar en el país a muchos combatientes extranjeros, señala el informe, que acusa al gobierno de la “falta de un fuerte aparato de seguridad”, así como de un “entrenamiento y financiación adicional de las fuerzas de seguridad”.
Estados Unidos ha apoyado al gobierno para frenar las fuentes de financiación del terrorista, así como en la formación regional de funcionarios del Banco Central, el Ministerio de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera de Yemen.
Algunos de los ataques de Yemen a intereses extranjeros:
El nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab que intentó inmolarse en un vuelo a Detroit, Estados Unidos, admitió haber sido entrenado por AQAP en Yemen.
El 15 de marzo de 2009, cuatro turistas surcoreanos fueron asesinados en un ataque suicida en Yemen.
El 18 del mismo mes, una furgoneta que transportaba a efectivos militares del gobierno de Corea del Sur fue atacada poco antes de alcanzar el aeropuerto internacional de Sanaa.
En junio de 2009, nueve extranjeros fueron secuestrados, y tres de ellos finalmente asesinados. Los seis restantes permanecen desaparecidos.
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