El depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya planea retornar a su país cuatro días después de que fuera expulsado de la nación.
Las nuevas autoridades hondureñas emitieron un comunicado diciendo que será arrestado si retorna al país.
Zelaya negó este martes desde la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Washington, que tuviese intensiones de reformar la constitución para permanecer en el poder, argumento usado por las fuerzas que lo destituyeron.
“No voy a realizar una asamblea constitucional. Y si se me ofreciera la posibilidad de mantenerme en el poder, no lo haría. Voy a cumplir con mis cuatro años. Voy a luchar para que se respeten los cuatro años porque es parte de nuestras leyes”, dijo Zelaya en una rueda de prensa en la sede de las Naciones Unidas.
“Cumpliré mi mandato hasta el 27 de enero. No hay posibilidad de reelección”, añadió.
Zelaya había convocado a un referéndum sobre la posibilidad de reformar la constitución, y cundían sospechas de que su intención era permitir la reelección presidencial. Actualmente la constitución hondureña contempla un solo periodo presidencial de cuatro años sin posibilidad de reelección.
El derrocado mandatario anunció que regresará en un avión acompañado del secretario general de la OEA José Miguel Insulza; el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nicaragüense Miguel D'Escoto; la presidenta de Argentina, Cristina Fernández y el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Zelaya ratificó que sólo le quedan siete meses de gobierno ya que dejará el poder el 27 de enero, para no volver a formar parte de la administración “nunca más”.
La Asamblea General de la ONU adoptó el martes una resolución en la que condenó el golpe de Estado, demandó la restitución del gobierno de Zelaya e hizo un llamado a todas las naciones a no reconocer ningún otro gobierno que no sea el de Zelaya.