Oscar Arias, presidente de Costa Rica, intentará por segunda vez desenredar el conflicto político que enfrenta Honduras desde el golpe de Estado ocurrido el mes pasado.
Una delegación del depuesto presidente Manuel Zelaya y otra del presidente de facto Roberto Micheletti se encuentran ya en Costa Rica en un intento más por encontrar una salida diplomática que resuelva de una vez por todas la crisis.
“Una posibilidad es estudiar la constitución de un gabinete que integre a todas las fuerzas y sería un gabinete de unidad, de reconciliación, que de seguridad al pueblo hondureño”, dijo Arias el viernes. La cita se realizará de nuevo en la casa privada del mandatario costarricense.
Sin embargo muy pocas personas esperan grandes resultados de esta segunda ronda de negociaciones. Muchos, como la Premio Nobel de la Paz 1987, Rigoberta Menchú y otros presidentes de la región, han criticado duramente el proceso.
“Estamos proponiendo algunas medidas que considero convenientes y pueden servir para allanar el camino y el restablecimiento del orden constitucional, una es esa del gobierno de unidad y otra es la amnistía política, nada más política, para todas las partes”, aseguró Menchú.
El conflicto empeora
Zelaya amenazó, desde una cadena de televisión venezolana, que de no llegar a acuerdos durante la segunda ronda de negociaciones tomará “acciones con el fin de mi regreso al país. Yo estoy preparando distintas alternativas: aéreas, terrestres y otras para hacer sentir a esos militares vergüenza por lo que han hecho en contra del pueblo”.
Micheletti por su parte dijo el viernes a una radio colombiana que está dispuesto a retirarse “de la posición de presidente de la república, si el señor Zelaya desiste de todas estas arbitrariedades que sigue cometiendo en el exterior, porque está llamando a una insurgencia y también está llamando a que se derrame sangre”.
Se tiene previsto que ambas delegaciones, moderadas por Arias, permanezcan en Costa Rica hasta el domingo, día en que se anuncien los supuestos acuerdos alcanzados.
