El depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya ha declarado que viajará rumbo a su país “sin arma y pacíficamente a buscar que en Honduras vuelva realmente la paz y la tranquilidad".
Después de que no dieran fruto las pláticas organizadas por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, Zelaya anunció que regresaría a Honduras acompañado de su familia, un grupo de aliados políticos y periodistas y que esperaba estar en la frontera de su país para el viernes.
Zelaya ya había intentado regresar a Honduras el 5 de julio, pero no se le permitió aterrizar.
Mientras tanto, en Honduras, el diario El Heraldo reporta que en Tegucigalpa, simpatizantes de Zelaya paralizaron carreteras y los hospitales del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), causando que las cirugías fueran suspendidas.
El diario La Tribuna reporta que el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado decretó un paro nacional de labores por parte de las tres centrales obreras del país.
De acuerdo a La Tribuna, Juan Barahona, coordinador de el Bloque Popular, organización pro-Zelaya, manifestó ayer que para hoy y mañana se ha declarado un paro nacional de labores de los trabajadores, decretado por la Confederación General de Trabajadores (CGT), la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH) y la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH).
Estas protestas siguen a una manifestación que se realizó ayer en Tegucigalpa en la que miles de simpatizantes del gobierno de facto de Honduras pedían que Zelaya no volviera al país.
El gobierno interino dice que destituyó a Zelaya el 28 de junio porque él estaba tratando ilegalmente de cambiar la Constitución para extender su período en el cargo.