Cientos de cubanos exigieron este lunes frente a la Casa Blanca la intervención directa del gobierno de Estados Unidos y de la administración del presidente Joe Biden para lograr la caída del gobierno de Miguel Díaz-Canel.
Esta demostración surge a más de dos semanas del estallido social en la isla caribeña con las manifestaciones masivas del 11 de julio, al que siguió una ola represiva del gobierno contra los participantes, según han informado opositores y organismos de derechos humanos que vigilan las acciones del gobierno de la isla caribeña.
La concentración, de unos cientos manifestantes procedentes en su mayoría del estado de Florida y del área de Nueva Jersey, sirve para exigir al gobierno de Estados Unidos más acción e intervención.
También sonaron las consignas contra el presidente Biden por lo que consideran "inacción" ante lo que está pasando en Cuba y exigieron al presidente “salir para dar la cara” y acompañarles en su lucha.
La tribuna, a la que también acudieron representantes republicanos de Florida y Texas, ahondó en los propósitos de pedir más acción de la Casa Blanca contra el gobierno de Cuba. Los manifestantes cantaban al unísono "¿dónde está Biden, dónde está Biden?", a lo que los oradores respondían: “Biden está dormido”.
El congresista de Florida, Mario Díaz-Balart llegó a la Plaza Lafayette frente a la Casa Blanca, acompañado de varios colegas republicanos y legisladores federales entre ellos el senador Rick Scott, también de Florida y la congresista María Elvira Salazar, entre otros.
Díaz-Balart, el primero en tomar el micrófono, instó a los asistentes a seguir en la lucha por la libertad de Cuba y les agradeció su presencia, pero enseguida enfiló hacia la administración Biden y dijo que debía actuar rápido y con más fuerza.
Uno de los grandes ausentes al evento fue el senador demócrata Robert Menéndez representante demócrata por Nueva Jersey y presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado; una de las veces más críticas contra el gobierno de la isla.
Menéndez ha desestimado una intervención militar de EE. UU. y ha dicho que las acciones del gobierno estadounidense deben enmarcarse en consonancia con las acciones de otras naciones democráticas para lograr la libertad del pueblo cubano que ha dado un gran paso al demostrar al mundo que “está listo” para luchar por su libertad.
Esto a razón de la magnitud de las protestas del 11 de julio en al menos 50 ciudades y poblados rurales a lo largo y ancho del país que demostraron que la hegemonía del Partido Comunista tambalea ante la presión social de su propio pueblo castigado por la falta de alimentos, medicinas y libertad.
Manifestantes piden acción
Entre cubanos llegados a la concentración y consultados por la Voz de América imperaba la exigencia ante el gobierno de Estados Unidos de propiciar una intervención militar en su país.
Adrián Veitía, quien llegó de Miami, Florida, y Andrés Luis Faife, de Nueva Jersey, coincidieron ante la VOA en que su visita a Washington DC tenía como propósito exigir a la Casa Blanca una acción contundente contra el gobierno cubano de la isla.
En otro extremo de la Plaza Lafayette, Julio Muñoz dijo que el pueblo cubano está protestando de forma pacífica, pero sin armas "y los están masacrando", por eso insiste en que la intervención internacional liderada por Estados Unidos debe darse con armas.
A la par suya, Michelle Alvarado, también de Miami, comentaba que participar en esta demostración en Washington era una forma de apoyar a sus familiares en la isla que no tienen la posibilidad de manifestarse ni expresarse libremente.
Y que la "lucha decidida, pero casi imposible por su libertad”, iniciada el 11 de julio es un llamado de a la acción de todos los cubanos fuera de la isla para solidarizarse con los suyos a seguir a seguir adelante y dar el paso, porque desde la diáspora cubana estarán con ellos.
Datos extraoficiales indican que unos 3 millones de cubanos residen fuera de la isla, especialmente en Estados Unidos, Europa y otros países latinoamericanos, en el país reside un aproximado de 11 millones de cubanos.
La marcha de este lunes fue propiciada por organizaciones cubanas que han utilizado múltiples plataformas y redes sociales, proyectaban tener unos 10.000 participantes en la jornada en la capital nacional. También han contado con el apoyo para promulgar sus mensajes con medios de comunicación conservadores en Estados Unidos.
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