Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) culominó el jueves una visita de tres días a Colombia, donde revisó denuncias de abuso policial, violencia y desapariciones en el marco de las protestas que comenzaron el 28 de abril contra reformas del gobierno.
El grupo, liderado por la presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, llegó el lunes a Colombia y durante su estancia en el país se reunió con el presidente Iván Duque y otros funcionarios del gobierno, así como con representantes de la sociedad civil que expresaron quejas contra las autoridades durante las manifestaciones.
En el último día de la visita a Colombia, la delegación se reunión con la minga indígena Misak y organizaciones de jóvenes para escuchar sus denuncias.
La ONU, Estados Unidos, la Unión Europea, la OEA y organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, condenaron los actos de violencia registrados en Colombia en el marco de las protestas.
Durante las reuniones, el gobierno colombiano insistió que un grupo minoritario de personas se aprovechó de las protestas legítimas y pacíficas para sembrar la violencia y que se incautó 40.000 armas en registros posteriores a los disturbios.
“No es cierto que tengamos una policía que persigue a los manifestantes, ni que impide las manifestaciones, solamente han intervenido cuando ha sido estrictamente necesario debido a la violencia por esos grupos minoritarios”, dijo la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, quien se reunió con la delegación de la CIDH.
El ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, señaló que muchas de las denuncias presentadas por la HRW fueron respondidas en un informe que su despacho presentó sobre Garantías de Manifestación Pacífica y Control de Violencia, y enfatizó que no es contra los manifestantes que ha actuado la policía.
“Son un grupo importante de individuos y organizaciones criminales y vandálicas que han afectado la estabilidad y la tranquilidad y generado destrozos, y es frente a ellos que ha actuado la Fuerza Púbica”, afirmó Molano.
La delegación de CIDH escuchó más de un centenar de testimonios de víctimas de violencia, estudiantes, indígenas, sindicatos, periodistas, representantes gremiales y recibió informes gubernamentales y de ONG.
Tras el análisis de la información recaudada, la CIDH emitirá una declaración pública con observaciones y recomendaciones para Colombia.
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