La violencia y agresiones en contra de periodistas durante las protestas que ya entraron a sus sexta semana en Colombia son continuos, según informes de organizaciones que han recibido denuncias de los reporteros y comunicadores.
Según la Fundación para la libertad de prensa (FLIP), desde que comenzaron las movilizaciones el pasado 28 de abril, se han registrado 197 agresiones y 226 víctimas de ataques contra camarógrafos, reporteros gráficos y periodistas y medios de comunicación relacionadas con el cubrimiento del paro nacional. Estas incluyen 71 agresiones físicas, 38 amenazas, 16 obstrucciones al trabajo periodístico, 12 acciones arbitrarias de redes sociales, 12 robos y eliminaciones de material, 11 hostigamientos, 8 detenciones ilegales y 7 negaciones de acceso a la información.
Un comunicado de la fundación señaló que, debido a “estas cifras de violencia sin precedentes, y de cara a la incapacidad del gobierno colombiano de garantizar a la prensa las condiciones de seguridad para ejercer el quehacer informativo de manera libre de violencia”, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y la FLIP alertaron a las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Unesco sobre la situación.
A través de un llamado enviado a los relatores especiales y a la Unesco, solicitaron al Gobierno de Colombia y las autoridades respectivas rechazar las agresiones contra la prensa, solicitar un informe sobre las agresiones reportadas por parte de la fuerza pública e información clara sobre las investigaciones penales y disciplinarias que se han iniciado, así como las investigaciones penales contra miembros de la fuerza pública, para que “sean de conocimiento de la justicia penal ordinaria, en aras de garantizar la seriedad e imparcialidad” y de la Procuraduría General de la Nación, “en aras de garantizar la seriedad e imparcialidad”.
También se solicitó información sobre acciones para contrarrestar los riesgos de los profesionales y una evaluación del Programa de Protección de periodistas, así como la convocatoria de una comisión que investigue los hechos y un protocolo de atención para los comunicadores.
Rechazo a agresiones
El martes, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, rechazó las agresiones y restricciones a la libertad de prensa registradas durante la protestas.
Según el funcionario, la cifra de la FLIP “arroja un preocupante promedio de seis agresiones por día”, razón por la cual realizarán “el traslado de las investigaciones y denuncias para que los responsables rindan cuentas por al agresiones perpetradas” y agregó que seguirán “de cerca los procesos y avances de cada uno de los casos”.
La advertencia
Desde comienzos de mayo, RSF y la FLIP habían alertado el “riesgo inminente de autocensura” a los periodistas que cubren los acontecimientos, “debido a la escalada del uso excesivo de la fuerza policial contra periodistas”, demostrando la intencionalidad de las agresiones y “ sin que exista un reproche público por parte de las autoridades”.
“Las agresiones a las que la prensa ha sido sometida en los últimos 6 días revelan un nivel de violencia sin precedentes, así como el propósito inequívoco de impedir el cubrimiento de las manifestaciones sociales”, dice un comunicado de las organizaciones, quienes señalaron al Gobierno por no brindarles protección a estos profesionales.
Aquellos que son atacados con “ mayor vehemencia” son los que “registran abusos de la fuerza contra los manifestantes”, según el texto de las organizaciones.
También han acusado a funcionarios públicos por estigmatizar a estos profesionales, a causa de su publicación de cifras “sistematizadas por las organizaciones de la sociedad civil” y denuncias hechas en redes sociales.
Por ahora, las movilizaciones continúan en las calles este miércoles, mientras se espera una nueva reunión entre el Gobierno y el comité del paro, el jueves.
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