Cada día, durante un mes completo, las calles de las ciudades en Colombia han sido testigos del descontento de la gente. Del clamor porque se respeten los derechos humanos, de que se garantice el derecho a la protesta sin que exista el abuso de la fuerza policial y del descontento que, por décadas, ha acompañado a la sociedad colombiana.
Pero, además, ha sido testigo de una violencia inmesurable que ha visto caer más de 40 vidas de civiles y de uniformados, de jóvenes -actos claves de la protesta- que desafían y la autoridad porque afirman que "ya no creen en nadie" y que, en medio de la lucha por sus derechos, "ya no tienen nada que perder".
Paralelamente, las ciudades se ven sumidas en las crisis, debido a los bloqueos y actos vandálicos que han generado escasez de alimentos y combustible, y comerciantes y empresarios sumidos en la quiebra.
El viernes, se cumplen 31 días del paro, aún sin 'humo blanco' en las negociaciones entre el Comité Nacional del Paro y del Gobierno. La Voz de América le cuenta cómo comenzó esta movilización, qué ha dejado en el país andino, y por qué la crisis no cede.
¿Cuándo y por qué comenzó el paro en Colombia?
El 28 de abril es una fecha que quedará fijada en la mente de los colombianos. Tras el anuncio del Gobierno de tramitar una reforma tributaria que tocaba el bolsillo de los ciudadanos, en especial de la clase media, su rechazo se hizo sentir en las calles. A pesar de que el 30 de abril el presidente Iván Duque pidió al Congreso retirar la propuesta y que el lunes siguiente el ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla -arquitecto de la propuesta- presentó su renuncia, este parecía ser el comienzo de una larga lista de peticiones que han trascendido a lo largo de los días.
¿Por qué no cesan las protestas?
Según analistas, las manifestaciones hacen parte de un cúmulo de descontentos que, tras décadas, ha dejado al país sumido en el desempleo, la pobreza y la desigualdad, y que se han exacerbado con la crisis generada por la pandemia del COVID-19, la cual apaciguó la intención de movilización que ya se habían generado en 2019. Así mismo, con la incredulidad ante las acciones del Gobierno.
En principio, el comité presentó un denominado pliego de emergencia al Gobierno nacional, tal como lo confirmó Maltés, Francisco Maltés Tello, presidente de la CUT y miembro del Comité Nacional del Paro, a la Voz de América, quien explicó que las peticiones están relacionadas con una renta básica universal, el salario a los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas para evitar la quiebra, el retiro del proyecto de ley 010 de salud y fortalecimiento de una masiva vacunación, entre otros.
Sin embargo, a raíz de los enfrentamientos entre la fuerza pública y los manifestantes, y las denuncias de organizaciones nacionales e internacionales, el comité presentó al Gobierno colombiano el domingo, las denominadas 'Garantías para el ejercicio de la protesta'. Incluso, se ha pedido una reforma policial.
Carlos Andrés Charry, sociólogo y director de la maestría y el Doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, indica que la ciudadanía, que además no se encuentra completamente representada por el comité, sigue en las calles porque “no encuentra en el Gobierno una respuesta efectiva a sus demandas y, por otro lado, en una desconexión del Gobierno con las necesidades populares y en una falta de articulación de la ciudadanía a través de los partidos políticos”.
¿Qué se ha logrado?
En principio, el 30 de abril, el presidente Iván Duque anunció que pediría retirar la reforma tributaria. Para el analista Charry, fue "alentador para la ciudadanía darse cuenta que esas manifestaciones pueden tener algún impacto en la acción de los gobernantes".
El de la reforma a la salud, tras 22 días de manifestaciones, también se ha catalogado como uno de los triunfos de las protestas antigubernamentales.
El presidente colombiano también anunció el 12 de mayo, educación superior pública gratuita para jóvenes de los estratos económicos más bajo, para el segundo semestre de 2021, decisión que fue bien recibida por varios sectores. Sin embargo, la oposición considera que esta decisión es insuficiente.
Duque también ha asegurado que trabaja por la masificación de la vacunación contra el COVID-19 y planteó un proyecto para que baje la tasa de desempleo juvenil.
¿Cuáles han sido los costos?
Sin duda, el costo más alto de las protestas han sido las vidas que han caído en medio de las manifestaciones violentas. De acuerdo con la información entregada por la ONG Temblores en entrevista con la VOA, desde el 28 de abril al 26 de mayo, se han registrado 3.155 hechos de violencia policial, dentro de los cuales destacan algunas: 43 víctimas de violencia homicida, presuntamente cometida por miembros de la fuerza pública. Las estadísticas no concuerdan con las cifras más recientes del Ministerio de Defensa, las cuales registran 17 fallecimientos de civiles, en medio de las protestas, nueve en proceso de verificación y 19 que no guardan vínculo con los hechos.
Incluso, la comunidad internacional también se ha pronunciado frente a la violencia en las manifestaciones y ha rechazado el abuso de los agentes del orden, haciendo un llamado al Gobierno a proteger los derechos. Incluso, la CIDH ha insistido en que desea visitar Colombia “a la mayor brevedad posible”, mientras la canciller expresó el miércoles que están listos para recibir la visita.
El Ministro de Defensa, Diego Molano, le dijo a la VOA que la fuerza pública ha actuado en “estricto apego a la ley y los derechos humanos". El Gobierno también ha señalado que hay grupos criminales detrás de los actos vandálicos.
En términos económicos, el Ministerio de Hacienda en Colombia calcula que el promedio de las pérdidas económicas, a causa de las protestas y particularmente los bloqueos pueden llegar a los 10 billones de pesos (unos 2.780 millones de dólares).
Bogotá y Cali y sus alrededores son las ciudades más afectadas por la coyuntura.
¿Cómo se ha sacudido el gabinete del presidente Duque?
La renuncia del Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, quien era el vocero de las negociaciones por parte del gobierno, anunció el pasado sábado que dejaba su cargo, a partir del 26 de mayo. Aclaró que su renuncia nada tenía que ver con la coyuntura.
La exministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Claudia Blum, presentó su carta de renuncia "irrevocable" al presidente Iván Duque, hace un par de semanas y el pasado 4 de mayo también dimitió el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, impulsor de la retirada reforma tributaria.
La dimisión de Blum terminó con la designación de la vicepresidenta como nueva canciller, quien desarrolla una agenda en Estados Unidos desde el pasado 21 de mayo para discutir, con organismos y altos funcionarios del Gobierno estadounidense, la actual situación de orden público en Colombia.
Según la encuesta Invamer, la popularidad de Duque está cerca de su punto más bajo desde su elección en 2018, llegando a un porcentaje de desaprobación del 76%.
¿Cómo van las negociaciones?
Las negociaciones avanzan con lentitud. El Gobierno y el Comité intentan negociar una salida a la crisis. Tras nueve días de conversaciones, el lunes anunciaron un preacuerdo para instalar mesas de negociación., que están relacionadas con terminar la violencia policial y garantizar el derecho a la protesta.
No obstante, el jueves en la noche el Gobierno condicionó los acuerdos y dijo que, en principio, debía garantizarse el retiro de los bloqueos que según ha dicho Duque, han afectado "a millones de ciudadanos, a millones de campesinos que no han podido sacar sus productos” e incluso manifestó que detrás de estos hay intereses criminales y una intención para "sabotear la economía".
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