Miles de empleados federales y sus familias están solicitando subsidios por desempleo y cupones de alimentos para sobrevivir, ya que el cierre más largo del gobierno en la historia de los Estados Unidos se prolonga y no tiene final a la vista. Para algunos de ellos lo que ha imperado es confusión y frustración.
Mientras tanto, otros dudan en solicitar, sabiendo que tendrán que pagar los beneficios de desempleo cuando finalmente regresen a trabajar.
El Departamento de Trabajo informó el jueves que la cantidad de empleados federales sin permiso de trabajo que buscan beneficios por desempleo ha aumentado, de menos de mil por semana antes del cierre a más de 10,000 durante la semana que terminó el pasado 5 de enero.
El estancamiento de casi 4 semanas sobre la demanda del presidente Donald Trump para financiar un muro fronterizo afecta a unos 800,000 empleados. Cuando comenzó, alrededor de 420,000 fueron obligados a trabajar sin cobrar, y otros 380,000 fueron enviados a casa sin paga. Algunas de esas cifras han cambiado en la última semana debido a que agencias como el Servicio de Recaudación de Impuestos han llamado a decenas de miles para que regresen a trabajar.
El presidente Donald Trump firmó la legislación el miércoles para garantizar que los empleados recibirán un pago atrasado una vez que finalice el cierre. No obstante, eso también significa que aquellos que obtienen beneficios de desempleo para sobrevivir, mientras tanto, tendrán que reembolsar el dinero recibido.
El Departamento de Trabajo ha dicho que los empleados federales que no están trabajando durante el cierre pueden cobrar el desempleo, mientras que los que están en el trabajo sin paga no pueden hacerlo.
Con información de AP
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