El ministerio de Telecomunicaciones iraní argumenta que la restricción a los servicios de correo electrónico extranjeros se hace "por seguridad".
Las compañías privadas que utilizan los servicios de mensajería electrónica de Gmail, Hotmail y Yahoo desde Irán, ya no podrán hacerlo debido a una prohibición interpuesta por el régimen de Maumoud Ahmadinejad.
La prohibición, implementada por el ministerio de Telecomunicaciones iraní, señala que estas compañías no podrán utilizar el servicio global de las compañías tecnológicas, sino que deberán estar conectadas bajo el dominio “.ir”, perteneciente a ese país.
Empresas de telefonía, bancos, petroleras y aseguradoras, entre otro tipo de compañías, además de los usuarios particulares, deberán buscar otra forma de comunicarse por correo electrónico con sus clientes nacionales e internacionales.
Google, Yahoo, y Microsoft, las empresas dueñas del servicio y principales afectadas, no se han pronunciado al respecto, pero temen su destierro del país islámico debido a que el régimen ya prepara su propia red de Internet y mensajería para evitar usar servicios externos.
Aunque el gobierno argumenta que su objetivo es tener una web "más segura" y que "no dependa de operadores extranjeros", la comunidad internacional ha lanzado una alerta ante el aumento de control sobre la red.
La prohibición, implementada por el ministerio de Telecomunicaciones iraní, señala que estas compañías no podrán utilizar el servicio global de las compañías tecnológicas, sino que deberán estar conectadas bajo el dominio “.ir”, perteneciente a ese país.
Empresas de telefonía, bancos, petroleras y aseguradoras, entre otro tipo de compañías, además de los usuarios particulares, deberán buscar otra forma de comunicarse por correo electrónico con sus clientes nacionales e internacionales.
Google, Yahoo, y Microsoft, las empresas dueñas del servicio y principales afectadas, no se han pronunciado al respecto, pero temen su destierro del país islámico debido a que el régimen ya prepara su propia red de Internet y mensajería para evitar usar servicios externos.
Aunque el gobierno argumenta que su objetivo es tener una web "más segura" y que "no dependa de operadores extranjeros", la comunidad internacional ha lanzado una alerta ante el aumento de control sobre la red.