El presidente Bush reveló ayer una nueva estrategia nacional para el control de drogas, dirigida a reducir en 10 por ciento en los próximos dos años el uso ilegal de esas sustancias en los Estados Unidos, y en 25 por ciento para 2007.
Bush dijo que el plan de 19 mil 200 millones dólares busca detener el uso de drogas, rehabilitar a consumidores de sustancias ilegales e interrumpir el mercado de los narcóticos.
En un discurso en la Casa Blanca, el presidente dijo que el uso ilegal de las drogas le cuesta a Esados Unidos unos 15 mil millones de dólares anualmente, y conduce a la muerte de por lo menos 20 mil estadounidenses cada año.
Bush también dijo que la venta de drogas en los Estados Unidos son como las redes de financiamiento de terroristas.