Las fuerzas de seguridad en Nepal están en máxima alerta después que el gobierno prometió tomar enérgica acción contra rebeldes maoístas que llevaron a cabo un de los más mortales ataques en el reino del Himalaya.
Los insurgentes dieron muerte a por lo menos 133 personas en ataques que comenzaron el sábado en el distrito Accham, en el oeste del país.
La mayoría de las víctimas eran policías y soldados. Las autoridades dijeron que los rebeldes también sufrieron grandes bajas.
El gobierno nepalés envió refuerzos a la remota región para capturar a los rebeleds. Se espera que el Parlamento vote esta semana para extender un estado de emergencia declarado en noviembre, después que fracasaran las conversaciones de paz con los rebeldes.