En Los Angeles, el presidente Bush elogió a líderes comunitarios por sus esfuerzos para reconstruir la ciudad y disminuir las tensiones raciales, 10 años después de uno de los peores disturbios raciales en la historia de Estados Unidos.
En una visita de un día para recordar el aniversario, el mandatario se reunió con líderes de las comunidades negra, blanca, latina y coreana, en la Primera Iglesia Methodista Episcopal Africana, y les dijo que de la violencia y la destrucción, había surgido una nueva esperanza. También exhortó a que se hagan mayores inversiones comerciales de empresas grandes e individuos en el área del centro-sur de Los Angeles.
Los disturbios ocurrieron el 29 de abril de 1992, después que una corte absolvió de culpabilidad a cuatro policías blancos acusados de golpear salvajemente al conductor negro Rodney King. La paliza fue grabada en video. La violencia que siguió dejó un saldo de 54 personas muertas y dos mil heridas, y causó daños a la propiedad, por más de mil millones de dólares.
Una encuesta del diario Los Angeles Times, publicada ayer, indica que 69 por ciento de los residentes han hecho progresos para aliviar las tensiones raciales.