En Colombia, miles de soldados del Ejército intentan de retomar el control de remotos poblados y tratan de rescatar sobrevivientes en el noroeste del país, después de una semana de enfrentamientos entre rebeldes izquierdistas y para-militares de extrema derecha, que han dejado un saldo de más de cien muertos.
Según las autoridades, por lo menos 107 personas, entre ellos más de 40 niños, fueron asesinadas en el departamento del Chocó, donde los rebeldes de las FARC y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia se han enfrentado por el control del lugar.
La región es la más pobre y más volátil del país, y de acuerdo con las autoridades, los enfrentamientos en el lugar es por el control de estratégicas rutas de narcotráfico.