Fuerzas del ejército israelí destruyeron viviendas de dos palestinos en la Cisjordania, a quienes culpan de ser autores de ataques suicidas contra Israel.
Una de las casas pertenecía a un hombre que Israel dice ayudó a planificar un ataque suicida con bomba a un autobús que mató 17 personas en junio.
Los soldados también derrumbaron la casa de un palestino que hirió a dos oficiales israelíes de seguridad en un ataque suicida en enero.
Israel dice que las demoliciones de viviendas tienen el propósito de detener los ataques, demostrándoles a los atacantes que también sus familiares pagarán un alto precio por sus acciones. Los palestinos condenaron la táctica como castigo colectivo.