La administración Bush llamó a Arabia Saudita “un buen socio en la guerra contra el terrorismo”, ante sospechas de que una princesa saudita pueda haber estado involucrada en la canalización de fondos a dos de los secuestradores del 11 de septiembre.
El senador Richard Shelby, el republicano de mayor rango en la Comisión de Inteligencia del Senado, exhortó a la Casa Blanca, y citamos, “a seguir el rastro del dinero hasta llegar a la verdad”.
Shelby dijo que desde hace tiempo ha sospechado de vínculos entre las agencias de caridad sauditas y los terroristas.
El FBI está investigando si la esposa del Embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos hizo una donación a una mujer saudita, cuyo esposo transfirió el dinero a los secuestradores.
Las autoridades sauditas dijeron que es indignante pensar que la princesa enviaría dinero a Al-Qaeda.