En Venezuela, la Asamblea Nacional aprobó el martes la Ley del Tribunal Supremo de Justicia que amplía de 20 a 32 el número de magistrados y otorga poderes a una mayoría simple del congreso, controlada por el oficialismo, para remover y nombrar a los magistrados.
La oposición rechazó la ley del Tribunal Supremo argumentando que el instrumento legal le dará al gobierno el control de la Corte y denunciaron también que fue aprobado incumpliendo la norma constitucional que establece que "debía ser aprobada con el voto de dos terceras partes de los miembros de la Asamblea". El congreso tiene 165 diputados.
El diputado opositor Juan José Caldera catalogó la nueva legislación como un "adefesio legal, plagado de vicios y omisiones, que pretende subordinar al Tribunal Supremo a una parcialidad política y cubrir con un manto de legalidad los abusos y excesos de un gobierno autoritario".