A pesar de que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) ya lo redujo a categoría 2, las autoridades continúan insistiendo en la peligrosidad de Florence a medida que llega a la costa de Carolina del Norte.
Se espera que el ojo del huracán empiece su recorrido por la linea costera de Carolina este jueves en la noche con vientos de hasta 105 mph (169 kph).
Funcionarios advierten que aquellas personas que se rehusan a dejar sus hogares podrían quedar solas y a oscuras, pues los equipos de rescate no podrán ayudar si hay vientos mayores a 50 mph (80 kph).
Se espera que Florence produzca lluvias torrenciales. Partes de Carolina podrían ver desde 20 pulgadas (50 cm) hasta 30 pulgadas (76 centimeters) de lluvia, con zonas de hasta 40 pulgadas (101 centimeters), durante los siente días que se espera dure la tormenta cruzando la costa.
Ante la posibilidad de un daño mayor de lo esperado, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, solicitó al presidente Donald Trump este jueves en la tarde otra declaración de “desastre federal”.
Cooper espera esta nueva declaración para que los fondos federales y otras ayudas puedan llegar lo más pronto posible y así solventar daños “históricos”.
En el caso de Carolina del Sur, Christy Hall, Secretaria del Departamento de Transporte del estado, informó que más de 400,000 personas han evacuado las costas del estado y que otras 4,000 se instalaron en refugios debido a la cercanía del huracán.
En Carolina del Sur, a las autoridades no solo les preocupan los vientos e inundaciones, si no también los derrumbes.
Cerca de 1.200 vuelos fueron cancelados para este viernes hacia y desde el área de la tormenta.