Cerca de 800 mil inmigrantes que eran indocumentados, en su mayoría jóvenes que habían sido traídos por sus padres a Estados Unidos cuando eran niños, se beneficiaron del programa de Acción Diferida conocido como DACA.
Este decreto del presidente Barack Obama fue aprobado hace tres años, el 15 de junio de 2012, y permitió a estos jóvenes acceder a la educación universitaria y conseguir trabajo.
Según las cifras que manejan organizaciones de apoyo a los inmigrantes, 748.789 jóvenes se han acogido a esta medida en estos tres años, y miles aguardan la posibilidad de hacerlo.
Una de estas “soñadoras” es Magden Camacho, una mexicana que llegó a Estados Unidos cuando tenía 8 años de la mano de sus padres y junto a dos hermanas menores.
“La Acción Diferida me abrió las puertas a una nueva vida”, dijo Magden en entrevista con la Voz de América y recordando los difíciles momentos que le tocó vivir hace 11 años, cuando llegó a Estados Unidos, dice que todo valió la pena cuando ahora está encaminada hacia su futuro profesional.
“Siempre estuve involucrada en las acciones pro inmigrantes y pensé que esa iba a ser mi labor por siempre, nunca pensé que tendría la oportunidad de estudiar en la universidad y trabajar sin ningún temor”, relata esta joven que ahora cursa la carrera de Economía en la University of Saint Mary en San Antonio, Arizona.
Escuche la entrevista con Magden Camacho
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Magden expresó su esperanza en que el sistema judicial estadounidense escuche el pedido de miles de jóvenes como ella y levante el veto sobre las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama sobre la extensión del DACA y la vigencia del DAPA, que es la acción para impedir la deportación de inmigrantes ilegales, padres de jóvenes soñadores como ella.
Los “soñadores”, como se les conoce en el país, se han agrupado en diversas organizaciones y ahora ayudan a otros jóvenes para integrarse a este sistema que les permite estudiar y trabajar.