En el corto plazo, se necesitan con urgencia más fondos para atender la crisis de refugiados creada por el éxodo de venezolanos hacia más de 15 países en el Hemisferio Occidental, aseguró el Alto Comisionado de la Agencia de la ONU para Refugiados, Filippo Grandi, en entrevista exclusiva con Venezuela 360 de la Voz de América. Pero la profundidad de “una crisis migratoria que esta región no ha visto antes” requiere una respuesta global de largo plazo.
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Por eso, el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados manifestó “estar preocupado”, entre otras cosas, porque la respuesta de la comunidad internacional a su llamado para incrementar los fondos de la ayuda humanitaria “ha sido modesta”.
Mientras tanto, ya se registran brotes de xenofobia en algunas comunidades y según el Alto Comisionado, en países como Colombia, que apenas está comenzando a salir de su propio conflicto, “sobreponer otra crisis” hace más complicada la situación.
Sin embargo, al mismo tiempo Filippo Grandi destacó no haber visto antes “una generosidad tan fuerte, institucional y personal, como en Latinoamérica” para atender la masiva llegada de venezolanos a otros países.
Igualmente describió como “un ejemplo brillante” ver que una comunidad de desplazados en Cúcuta, Colombia, aún siendo víctimas del conflicto interno en su país, ofrecieran refugio en sus humildes viviendas a los venezolanos que cruzan la frontera. Y destacó la dignidad con la que los venezolanos han afrontado las dificultades: “Aún en medio de la angustia, aún dejándolo todo, la dignidad que muestran, es ejemplar”, aseguró el Alto Comisionado Filippo Grandi.
En medio de los contrastes que genera la masiva llegada de venezolanos a los países del Hemisferio, el Alto Comisionado de la ONU advirtió que no se “puede poner tanta presión” sobre los países y las comunidades receptoras, porque también “he visto, especialmente en el nivel comunitario, que la generosidad, cuando no es apoyada con suficiente ayuda internacional, puede tornarse en hostilidad”,
A continuación, el texto completo de la entrevista concedida por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi a Celia Mendoza del programa Venezuela 360 de la Voz de América:
Celia Mendoza: Bienvenido Alto Comisionado. Estamos muy complacidos de tenerlo como invitado en Venezuela 360.
Filippo Grandi: Muchas gracias por la invitación.
VOA: Comienzo con esta pregunta. Usted lidera la respuesta de la ONU a las crisis humanitaria alrededor del mundo. Pero el Hemisferio Occidental no ha enfrentado una situación migratoria de esta dimensión. ¿Qué es lo que está disparando esta situación?.
Filippo Grandi: ”Creemos que de casi cuatro millones y medio de venezolanos que han dejado su país, ellos han llegado a 15, 16 países en la región. Entonces, como usted lo ha dicho, es el movimiento poblacional más grande que esta parte del mundo ha visto en mucho tiempo”.
VOA: Con base en esta experiencia de primera mano que usted tiene, ¿cuál es la profundidad y la dimensión de esas difíciles condiciones que los inmigrantes venezolanos enfrentan en el continente?.
Filippo Grandi: “He visitado muchos de los países que están recibiendo a venezolanos. Algunos de los problemas que ellos tienen son realmente humanitarios. Ellos necesitan comida, medicinas, refugio, atención urgente. Después, tenemos problemas muy específicos, especialmente, para aquellos más vulnerables. Mujeres que han sufrido violencia, niños sin compañía, personas con necesidades especiales, y nos enfocamos mucho también en ellos. Pero el impacto real que este masivo movimiento poblacional tiene es en los servicios públicos y en las economías de los países receptores. Debo decir que no he visto antes una generosidad tan fuerte, institucional y personal, como en Latinoamérica, y en particular, en Sudamérica.
El problema es que con estos números en ascenso, los estados, aunque tienen recursos, éstos no son suficientes y es importante que se incremente el apoyo internacional a los países receptores de venezolanos.
La Unión Europea ha anunciado una conferencia para finales de octubre pidiendo el incremento de la ayuda. Lo agradezco, y es muy importante que no olvidemos ese aspecto de esta complicada crisis”.
Esta es una crisis migratoria que esta región no ha visto antes. No es como en otras partes del mundo donde, desafortunadamente, el flujo de inmigrantes es muy común. Y luego, el hecho de que estos países han sido capaces de recibir, y en muchos casos absorber grandes grupos de personas, de alguna manera hace la crisis menos visible.
Pero yo estoy preocupado. Hemos visto muchas señales, y esta ayuda internacional es urgente.
Hemos visto, especialmente en el nivel comunitario, que la generosidad, cuando no es apoyada por suficiente ayuda internacional, puede tornarse en hostilidad.
En Colombia, en Ecuador, en Perú, algunos de los países más grandes, estamos desarrollando campañas anti-xenofobia de manera conjunta, porque vemos crecientes sentimientos de hostilidad en las comunidades contra venezolanos. Y eso es inevitable, por eso es que esas comunidades necesitan ayuda. No sólo para los venezolanos, sino para las comunidades receptoras”.
VOA: Usted hizo parte de un encuentro durante la Asamblea General de la ONU con otros países que están recibiendo a los venezolanos y el panorama que usted describió es muy oscuro. ¿Qué futuro ve para Venezuela si las cosas no cambian?.
Filippo Grandi: Si este flujo de personas continúa, vamos a comenzar a ver problemas muy serios. Recuerde, el país que está recibiendo a la mayor cantidad de venezolanos es Colombia. Y Colombia en sí mismo apenas está comenzando a salir de su propio conflicto, que ha causado un gran desplazamiento interno y externo. Entonces, si usted tiene otra crisis, superponiéndose sobre la crisis de Colombia, va a debilitar nuevamente al país.
Entonces estoy preocupado de, como ocurre muy a menudo, el flujo de población no sólo es difícil para las personas que están saliendo de su país de origen. Ellas se convierten en un factor de inestabilidad en la región. Creo que Latinoamérica tiene muchos antídotos, resistencia y recursos, y en las últimas décadas también tradición de políticas de apertura hacia los inmigrantes y refugiados; y todo eso ayuda. Pero no podemos poner tanta presión o halar mucho. Por eso diría de nuevo que esta ayuda se necesita.
Pero también quiero decir que lo que necesitamos más que nada es una solución política a la crisis de Venezuela. Ahora, yo no estoy involucrado en esa discusión. Eso le corresponde hacerlo a los actores políticos, a los venezolanos con la ayuda de sus aliados y esto es urgente. Porque sin la resolución de la situación política en Venezuela, continuará, desafortunadamente, el declive de los servicios y de seguridad.
VOA: Durante su más reciente visita a Pacaraima, Brasil, usted hizo un llamado por asistencia humanitaria por 770 millones de dólares al principio del año. ¿Cuál ha sido la respuesta a su llamado?.
Filippo Grandi: Aún ha sido muy modesta la respuesta, con un 20, 30 por ciento de fondos. Espero que esta iniciativa de la Unión Europea, de la cual somos parte con la Organización Internacional para las Migraciones, atraiga más apoyo. Necesitamos recursos humanitarios para las necesidades más urgentes, para los grupos más vulnerables; pero también necesitamos la ayuda bilateral de donantes, de instituciones financieras internacionales, para apoyar a los estados cuyos servicios han sido severamente impactados por la presencia de venezolanos.
VOA: Esto es para el corto plazo. ¿Qué hay del largo plazo? Porque este es un reto que no será resuelto de la noche a la mañana.
Filippo Grandi: Esperamos que la gente pueda volver rápidamente a su país de origen, pero también tenemos que planear para el largo plazo y es mejor estar listos en caso de que, desafortunadamente, la problemática continúe. Y esta preparación requiere una aproximación completamente diferente, con otro tipo de recursos para inyectar en los sistemas escolares, los sistemas de salud, en el impacto sobre el ambiente que algunas de estas situaciones pueden generar, en la creación de empleo para los refugiados y para las comunidades receptoras. Allí es donde realmente el esfuerzo se debe enfocar y sobre esto hablaremos en Bruselas a finales de octubre.
VOA: En los encuentros cara a cara que ha tenido con los refugiados, ¿hay casos específicos en los que usted haya sido conmovido personalmente? Ha mencionado que ha conocido madres, niños, hemos visto las imágenes de sus visitas. ¿Hay algo que recuerde siempre que se refiere a la crisis de Venezuela?
Filippo Grandi: Dos cosas. Una general y una específica. La específica, recuerdo vivamente cuando estaba en Cúcuta, Colombia, en la frontera con Venezuela, miles de personas cruzando la frontera y muchos de ellos sin lugar para pernoctar. Visité una pequeña comunidad de colombianos desplazados. Ellos son desplazados desde otro lugar de Colombia a causa del conflicto. Y estos desplazados les ofrecían refugio en sus humildes viviendas a los venezolanos que cruzaban la frontera. Desplazados, recibiendo a refugiados. Un ejemplo muy brillante de solidaridad.
Y después en general, he visto a muchos venezolanos cuyos trabajos en su propio país era como médicos, ingenieros, enfermeras, maestros que tuvieron que dejar todo atrás y que, por supuesto, no encuentran trabajo del mismo tipo. Los he visto muchas veces vendiendo frutas y vegetales en los mercados, en las lomas de las grandes ciudades de Latinoamérica. Esto rompió mi corazón. Todo el mundo sufre, pero cuando usted ve el inmenso precio que estas personas tienen que pagar, eso causa una conmoción fuerte. Y algo que tengo que destacar en todos estos casos, es la enorme dignidad de los venezolanos. Aún en medio de la angustia, aún dejándolo todo, la dignidad que muestran, la dignidad con la que enfrentan estas dificultades, es ejemplar y por eso espero que la solución se encuentre pronto”.
VOA: ¿Qué diferencia la crisis venezolana de otras crisis de refugiados en el mundo, como la de Siria, por ejemplo?.
Filippo Grandi: En primer lugar, cada crisis es diferente. No creo que haya una crisis similar a otra, una guerra igual a otra. Pero la diferencia, tal vez, es que en Venezuela no hay una guerra. Esta no es una crisis causada por la guerra, sino por un problema político que necesita solución. Esta es la mayor diferencia. La segunda es que ocurre en un área que no ha visto más crisis humanitarias, y la tercera es que el tipo de personas que huyen lo hacen por diversas razones, algunos económicas, otros por la violencia. Y antes que clasificarlos, debemos asumir que todos ellos están en dificultades. Por eso la respuesta de la ONU la lideran las dos organizaciones especializadas en movimientos migratorios, la Organización Internacional para las Migraciones y ACNUR, y trabajamos juntos por mandato del Secretario General.
VOA: Finalmente, ¿cuán importante es el papel de los medios que cubren la crisis venezolana?
Filippo Grandi: Por supuesto, los medios están interesados en lo que es sensacional, visible. En este caso es o la situación en Venezuela, la política alrededor de la situación, las ramificaciones internacionales o el sensacionalismo que viene de los grandes números de venezolanos que cruzan el puente en Cúcuta.
Sí, estos son elementos importantes, pero nosotros queremos recurrir a los medios por algo diferente. Primero, no pierdan el interés. Cuando los números bajen, el debate político sea menos agudo, mantengan el interés en la difícil situación que enfrentan las personas. Y luego, despoliticemos la respuesta humanitaria. Hay un proceso político, no podemos esconderlo y él tiene que seguir su curso y esperemos que sea positivo y pacífico. Pero al mismo tiempo, tenemos que ayudar a las personas que son víctimas de esta situación y esta ayuda no puede ser política de ninguna manera.