Activistas en Hong Kong despejan las calles y pasan a parque

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Una importante avenida en el centro de Hong Kong aparece reabierta al tráfico tras una manifestación masiva contra una reforma del proceso de extradición en Hong Kong, el lunes 17 de junio de 2019.

Los manifestantes en Hong Kong despejaron las calles el lunes, evitando posibles choques tras negociar durante horas con la policía, y se trasladaron a zonas cercanas a la sede de gobierno.

Los que se quedaron tras una enorme protesta el domingo, que exigía a la directora general del gobierno hongkonés, Carrie Lam, que cancelara una reforma del proceso de extradición, se instalaban el lunes por la mañana en un espacio ante el Consejo Legislativo de Hong Kong después de que la policía que lo había desalojado reabriera la zona. La decisión permitió a la policía reabrir las calles al tráfico.

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Los activistas han rechazado una disculpa de Lam por su gestión de la reforma, que ha avivado el temor al creciente control de Beijing sobre la excolonia británica.

“Estamos muy enfadados de que Carrie Lam no haya respondido a las demandas de todos los manifestantes, pero esta es la hora de hablar de estrategia, y hablar de estrategia es sobre cómo convertir toda la lucha en una lucha a largo plazo y no una lucha de un día, de modo que si Carrie Lam no responde a las cinco demandas de los manifestantes, la gente volverá y la lucha continuará”, afirmó Lee Cheuk-yan, exlegislador y activista.

Poco después del amanecer, la policía pidió cooperación para despejar la calle, aunque dijo que los manifestantes podían permanecer en las veredas.

Durante un rato, los manifestantes, muchos con máscaras y otras protecciones contra el posible uso de gas lacrimógeno, respondieron con cantos, algunos arrodillados ante los agentes.

Cientos de personas se sentaron o tumbaron en la calle hasta que aceptaron moverse a la plaza ante el edificio del gobierno y un amplio parque cercano.

Los activistas llamaron a los hongkoneses a boicoitear las clases y trabajos, aunque no estaba claro cuánta gente respondería a esa convocatoria.

Casi dos millones de personas salieron a la calle el domingo en una ciudad de 7 millones de habitantes, según estimaciones de los organizadores de la protesta. La policía dijo haber contado a 338.000 personas en la zona oficial de protesta en el momento de mayor afluencia. Unos días antes, hasta un millón de personas se habían manifestado para expresar su preocupación sobre las relaciones de Hong Kong con China, en una de las pruebas más importantes a la situación especial del territorio desde que Beijing asumió el control en 1997.

Las escenas recordaban a las de cinco años antes, cuando los manifestantes acamparon durante semanas en la calle para protestar contra normas que impedían la elección directa del director general de la ciudad, la máxima autoridad local.

Uno de los activistas detenidos tras esas protestas, Joshua Wong, fue liberado el lunes tras cumplir una sentencia de dos meses de cárcel por desacato. Wong se unió poco después a los manifestantes reunidos ante la sede del gobierno y pidió la renuncia de Lam en un tuit, así como el final de “toda la persecución política”.

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