La patrulla fronteriza de EE.UU. advirtió en una visita guiada con la Voz de América por el Valle del Río Grande, en la frontera entre EE.UU. y México, que los inmigrantes se exponen a numerosos peligros al cruzar la frontera.
En esta frontera, donde alrededor de 3.000 agentes patrullan diariamente, se puede ver que la búsqueda del sueño americano para muchos inmigrantes indocumentados, entre ellos menores de edad, puede terminar convirtiéndose en una pesadilla.
Según explicó a la Voz de América, Jason Owens, jefe de Operaciones de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande, los facilitadores o "coyotes" se llevan a los inmigrantes a "casas de seguridad", donde no hay agua, ni comida, ni aire acondicionado, y muchas veces tampoco hay camas. Quienes llegan allí muchas veces son víctimas de violaciones, secuestros y todo tipo de vejaciones.
Además, los "coyotes" siempre tratan de hablar con la familia de los inmigrantes que se encuentra en EE.UU. y les extorsionan, intentando sacarles más dinero para que dejen libres a sus familiares.
"Para los 'coyotes', la gente que llega a la frontera no son humanos", aseguró Owens.