Una caravana de familias y comerciantes afectados por el paso del huracán Otis, que devastó la ciudad turística de Acapulco, llegó el lunes a la capital mexicana para solicitar al gobierno la entrega de más recursos para los miles de damnificados y los cientos de hoteles y comercios que quedaron destruidos a consecuencia del poderoso ciclón que dejó 47 muertos y varias decenas de desaparecidos.
La movilización, promovida por opositores, partió la víspera de Acapulco y tiene como destino final el palacio de gobierno donde se realizará una concentración, informaron los organizadores del evento.
En su conferencia matutina el presidente Andrés Manuel López Obrador le restó importancia a la marcha y la atribuyó al “oportunismo” y “politiquería” de algunos adversarios. Mencionó entre ellos a la senadora Xóchilt Gálvez, quien será la candidata de una coalición opositora para las elecciones presidenciales del próximo año.
López Obrador afirmó el lunes que su gobierno dispone de suficientes recursos para atender la devastación que dejó Otis y anunció que tras conversaciones con varios empresarios y dirigentes del sector turístico se acordó que entre marzo y abril del próximo año se reabrirán al menos 35 hoteles en Acapulco.
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El gobierno informó la semana pasada que dispondrá unos 3.700 millones de dólares para entregar ayudas a las familias, pequeños empresarios y hoteleros afectados por Otis.
Las autoridades calculan que el poderoso huracán categoría 5, que golpeó el 25 de octubre las costas del Pacífico mexicano, ocasionó afectaciones en 250.000 viviendas, 120 hospitales y clínicas y en más del 80% de los comercios e infraestructura hotelera de Acapulco.
El mandatario dijo que se destinarán 10.000 efectivos de la Guardia Nacional para prestar seguridad de manera permanente en la ciudad portuaria de un millón de habitantes, que en el pasado fue el destino del turismo más glamoroso pero que con los años ha perdido su brillo en parte por la acción de grupos criminales.