EE.UU. ataca hospital en Kunduz en busca de terroristas

Según Médicos sin Fronteras tres miembros de su equipo murieron durante el ataque del sábado.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, aseguró que su país llevará a cabo una "investigación completa sobre el trágico incidente en coordinación con el gobierno afgano".

La Fuerza Aérea estadounidense atacó el sábado un hospital operado por Médicos sin Fronteras, en la ciudad afgana de Kunduz, con el objetivo de aniquilar a un grupo de terroristas que habrían usado el edificio como bastión para protegerse.

El portavoz del Ministerio del Interior de Afganistán, Sediq Sediqqi, dijo que 10 o 15 "terroristas" se estaban escondiendo en el hospital al momento del ataque.

"Todos los terroristas murieron, pero también perdimos doctores", dijo en una conferencia de prensa. Dijo que unos 80 médicos, incluso 15 extranjeros, fueron llevados a un lugar seguro.

Por su parte Médicos sin Fronteras informó que el ataque dejó 19 personas muertas y al menos 37 heridos, entre las víctimas fatales, tres serían miembros del equipo médico.

Estados Unidos sostuvo que el incidente está bajo investigación mientras que el portavoz del ejército estadounidense solo se limitó a confirmar que "el ataque puede haber provocado un daño colateral en un centro médico cercano".

Por su parte el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, aseguró que su país llevará a cabo una "investigación completa sobre el trágico incidente en coordinación con el gobierno afgano", después de que el Ejecutivo de Afganistán justificara el ataque porque en el hospital se ocultaba un grupo de talibanes.

La embajada de Estados Unidos en Kabul dijo en un comunicado que siente pesar por los individuos y familias afectados por este trágico incidente".

Mientras que el vocero del Talibán, Zabihullah Mujahid, emitió un comunicado diciendo que no había combatientes talibanes en el hospital al momento del bombardeo. Culpó al servicio de inteligencia afgana por dirigir erróneamente el ataque aéreo al hospital.

Fuerzas del Gobierno afgano respaldadas por el poder aéreo estadounidense han luchado por expulsar a los talibanes de la capital provincial del norte del país desde que los milicianos la capturaron hace pocos días, en la mayor victoria de los insurgentes en casi 14 años.