Un informe de Naciones Unidas asegura que sospechosos de ser talibanes hechos prisioneros han sido “sistemáticamente” torturados en cárceles en Afganistán.
El reporte de 74 páginas de la misión de asistencia de la ONU en ese país investigó más de tres centenares de casos de detenidos –en su mayoría apresados por crímenes de guerra--, en 47 prisiones controladas por la policía y las fuerzas de seguridad afganas.
En casi la mitad de los casos de los interrogados por el Directorio de Seguridad Nacional, y más de la tercera parte de los detenidos por la policía los prisioneros fueron objeto de torturas, dice.
Sin embargo, el documento señala que tales tratos no fueron resultado de una política del gobierno afgano y que incluso las autoridades cooperaron con la investigación.
Entre los métodos de tortura identificados se mencionan golpizas, así como el colgar a detenidos por las muñecas, aplicarles choques eléctricos, arrancarles las uñas y someterlos a humillaciones sexuales.
Según la misión de la ONU, las autoridades afganas han emprendido su propia investigación y ya han adoptado medidas. Funcionarios gubernamentales dijeron que los responsables de tales actos serán suspendidos, y los implicados en casos graves, llevados ante la justicia.
El mes pasado las fuerzas de la OTAN en Afganistán suspendieron la transferencia de detenidos a 16 instalaciones donde la ONU halló evidencias de torturas y malos tratos por parte de la policía y fuerzas de seguridad afganas.
La coalición internacional declaró este lunes que respalda toda medida encaminada a asegurar que los detenidos reciban un trato humanitario y se les respeten sus derechos humanos.
Tanto el ministro del Interior de Afganistán, Bismillah Mohammadi, como el jefe de los servicios de inteligencia, Rahmatullah Nabil, ha rechazado las acusaciones sobre las torturas.
Las fuerzas de la OTAN están actualmente en vías de transferir la seguridad del país a las fuerzas afganas, un proceso que debe concluir según lo previsto a fines de 2014.