Histórico. Al inicio de la última fecha de la primera ronda de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, las selecciones de las Américas están realizando la mejor campaña en su conjunto, probablemente de todos los mundiales. Al menos, es seguro que de en las últimas dos décadas.
No sólo es importante el hecho de que casi todas las selecciones americanas están en condiciones de avanzar, con la sola excepción de Honduras que llega eliminada a la última ronda, sino que además, están jugando realmente bien.
Este mundial mucho más que Argentina y Brasil como tradicionales abanderados del mejor fútbol del continente, cuenta con una verdadera armada de selecciones poderosas, que se han ganado el respeto a fuerza de victorias.
Sin dudas, Chile y Paraguay desde la primera fecha mostraron que están para ser protagonistas.
En la segunda vuelta, México y Uruguay, se sumaron a la fuerza americana.
Y todavía, Estados Unidos mostró que ya ha alcanzado la madurez futbolística, con la capacidad demostrada para levantar resultados adversos, al empatar de atrás con Eslovenia, un partido que tuvo que haber ganado.
Pero, las selecciones continentales vivieron sensaciones contradictorias durante la segunda ronda. Estados Unidos tuvo un gol anulado sin ninguna justificación que hubiera significado su victoria y el liderazgo del grupo. En tanto Brasil, tuvo un gol validado, donde Luis Fabiano acomodó la pelota no una vez, sino dos, con los brazos.
Al respecto, el inefable Diego Armando Maradona, entrenador de Argentina y comentarista de la actualidad en Sudáfrica, quien además tiene una frase sobre todo y sobre todos, recordando su mano en el Mundial de México ´86, denominada La Mano de Dios, dijo que "el de Luis Fabiano, fue el brazo de Dios".
Pero lo más relevante de todo, es que las selecciones americanas llegan a la ronda final con un saldo altamente positivo.
Argentina y Brasil están matemáticamente clasificados.
Chile, Estados Unidos, México, Paraguay y Uruguay, liderando sus grupos y dependiendo de si mismos para clasificar, sin especular, jugando como lo han hecho hasta ahora, presionando, reclamando la posesión de la pelota y atacando.
Un panorama mejor era hasta difícil de imaginar, incluso entre los más optimistas, antes de la Copa.
Y pos si fuera poco, también los goleadores llegan del continente, Gonzalo Higuaín con su triplete ante Corea del Sur, Diego Forlán y Luis Fabiano con sus dobletes ante África del Sur y Costa de Marfil, revelan que los aires africanos les sientan bien a los americanos.
Y quizás ahora, muchos hasta puedan animarse a soñar con una final americana.