"Sun Come Up" es la historia de las Islas Carteret, frente a la costa de Papúa Nueva Guinea, y cómo los habitantes no han tenido más remedio que trasladarse a un terreno más alto.
Las graves consecuencias del cambio climático en el planeta son el tema del documental de la cineasta Jennifer Redfearn nominado para a los premios de la Academia.
"Hemos documentado la destrucción que está sucediendo por los niveles crecientes del mar, por las tormentas que son ahora más frecuentes y por la falta de fuentes de agua dulce. A su vez, como el mar ha contaminado parte de las tierras que se utilizaban para la agricultura", explica Redfearn.
Nuestro planeta se está calentando. El promedio de las temperaturas globales han aumentado alrededor de un grado centígrado desde el siglo pasado y a un ritmo acelerado en las últimas décadas. Algunos científicos creen que la tendencia al calentamiento global es responsable de un aumento en sequías severas, inundaciones y tormentas en todo el mundo. A su vez, se atribuye a este fenómeno el aumento del nivel del mar.
"En aquellos tiempos el mar no era tan cruel como lo es hoy", dice en la película Ursula Rakova, quien creció en las Islas Carteret. Para el año 2015, se estima que su tierra natal estará bajo el agua, por lo que ahora se está reubicando a más de 3.000 personas.
Entre ellos se encuentra el octogenario John Carteret Sailik quien lamenta el destino de la cadena de islas.
"Cuando yo era niño, era muy especial pescar con mi lanza en la onda. Me sentiré perdido en el arrecife, se agotará la felicidad de la isla. Extrañaré el sonido de las olas en la noche que no voy a escuchar más”, dice Sailik.
La documentalista dice que los isleños de Carteret son algunos de los primeros refugiados en el mundo a causa del cambio climático.
La Organización Internacional para las Migraciones predice que el número de personas desplazadas por el aumento de los niveles del mar crecerán a 200 millones en 2050.
Redfearn tiene la esperanza de que la nominación al Oscar por Mejor Documental estimulará una mayor conciencia pública sobre los costos humanos y ambientales del cambio climático.
"Quiero mover a la gente. Quiero que se enojen, sientan tristeza, frustración y que esto los motive a actuar", concluyó Redfearn.