Las autoridades españolas calculan que al menos 11 personas han muerto y cinco están desaparecidas después del paso de una tormenta en Cataluña y las Islas Baleares que desbordó ríos e inundó campos agrícolas con agua de mar.
La tormenta Gloria azotó partes de la península Ibérica el domingo con vientos de hasta 144 kilómetros por hora y olas de 13,5 metros, que destruyeron playas y otras instalaciones costeras.
Cerca de Barcelona, agua espumosa del mar cubrió las calles del pequeño poblado de Tossa de Mar.
Muchas personas quedaron atrapadas en sus vehículos y otras sufrieron lesiones por escombros caídos de edificios. Por lo menos dos personas sin techo murieron de hipotermia hace pocos días cuando las temperaturas descendieron en todo el país.
La tormenta también afectó partes de Andalucía, donde mató a dos personas en Almería.
En Mallorca, una de las Islas Baleares, frente a la costa oriental de España, los cuerpos de rescate buscan desde el viernes a un hombre que desapareció cuando escalaba una montaña.
Otras dos personas, un ciudadano español y otro británico, seguían desaparecidos en la isla de Ibiza y las autoridades sospechan que fueron arrastradas mar adentro por las enormes olas.
El presidente de gobierno, Pedro Sánchez, visitó este jueves algunas de las zonas de desastre y se reunió con los cuerpos de rescate en el terreno. Además, prometió aprobar fondos para las cinco regiones más afectadas por la tormenta.
El mal clima ha durado cinco días, con fuertes vientos, nieve y granizo, aunque los meteorólogos aseguraron que lo peor pasó el miércoles.